Hace un año falleció Enrique, quien por muchos años fuera militante de la LIT junto a su compañera, nuestra Pili.
Al igual que cientos de otras familias trabajadoras, ellos fueron empujados a migrar a causa de la cruda cesantía que provocó la dictadura en los ’80. Enrique y Pili, convencidos del internacionalismo proletario, militaron en la sección argentina, trabajaron y formaron su familia.
Cuando pudieron regresar, Enrique trabajó y continuó militando, como Alcídes en el MPS y luego en el PRT, secciones antecesoras del MIT.
Reconocido y recordado como un obrero alegre y muy generoso, pero muy piola.
Su partida sorpresiva, ocurrió en medio de una crisis hospitalaria, provocada por el desmantelamiento de la salud pública llevada por todos los gobiernos en los últimos 30 años. Enrique, no pudo sobrevivir a la condena de las listas de espera. Junto con recordarlo también denunciamos que su vida fue cobrada por la brutalidad del capitalismo neoliberal: sólo vive quien puede pagar.
Compañero Alcídes, dejaste una estampa solidaria y alegre en los pilares del MIT y te recordamos hoy con esperanza revolucionaria.
Enrique, presente!
Hasta el socialismo, siempre!