Por Luis Alvarado
Las movilizaciones revolucionarias realizadas por las masas en las calles a partir del 18O, no solo significaron instalar reivindicaciones sentidas de la gran mayoría de población, sino también demostró el poder represivo de efectivos policiales, manteniendo la impunidad a carabineros, militares y marinos, por sus crímenes y atentados a los derechos humanos, mientras se criminaliza a luchadores que cuestionaron y enfrentaron las desigualdades de la sociedad capitalista.
El caso de Gustavo Gatica
El 7º Juzgado de Garantía de Santiago, decreto prisión preventiva para el ex carabinero Claudio Crespo, formalizado por apremios ilegítimos con lesiones graves gravísimas, vale decir imputado como presunto autor de los disparos de perdigones que dejaron ciego al estudiante de psicología Gustavo Gatica.
La jueza refiere que arriesga hasta 10 años de presidio si fuera condenado. Se decretaron 90 días de investigación. Según Fiscalía Centro Norte y de la PDI, “Crespo desenfundo su escopeta antidisturbio y disparo en dirección que se encontraban el joven estudiante, que recibió dos perdigones, lo que provoco que perdiera la visión de ambos ojos”, tras peritajes, el ex carabinero fue conocido por su casco “G3”.
El caso de Fabiola Campillai
El Juzgado de Garantía de San Bernardo decretó prisión la medida de prisión cautelar con un plazo de 90 días para la investigación, para el imputado ex oficial Patricia Maturana Ojeda, por su presunto rol en el lanzamiento de bomba lacrimógena que impacto directo en su rostro de la trabajadora Fabiola Campillai, provocando daños irreversibles en sus globos oculares, lesiones que la dejaron ciega, con pérdida de sentido del olfato y gusto, y consecuencias psicológicas,
Maturana deberá cumplir medida cautelar al interior de subcomisaria Pudahuel Norte, en el mismo lugar donde está recluido el ex teniente coronel Claudio Crespo.
¡Justicia, verdad, no a la impunidad! Juicio y Castigo para los criminales y violadores de DDHH
Ambos casos demuestran una milésima parte de efectivos que cometieron crímenes contra el pueblo trabajador y pobre, el reflejo del encubrimiento de carabineros, ya que no solo existieron casos de golpizas, sino también torturas, violaciones sexuales, mutilaciones y asesinatos.
El INDH ha interpuesto casi 2000 querellas contra carabineros, militares y marinos, por violencia, represión y asesinatos, según medios como CIPER, se registra sobre 8500 denuncias por violaciones a los derechos humanos en espacios públicos, al interior de carros policiales, comisarías, recintos militares y otros lugares, con una baja cantidad de formalizados.
A casi a un año de los hechos recién se están comenzando a realizar las investigaciones para sus formalizaciones, no obstante, mientras jóvenes que fueron parte fundamental de las movilizaciones de las masas en las calles, a través de la justicia se castiga y persigue, teniendo prisioneros/as políticos, llegando algunos a tener condenas sobre 24 años de cárcel.
A casi a un año de los hechos recién se están comenzando a realizar las investigaciones para sus formalizaciones, no obstante, mientras jóvenes que fueron parte fundamental de las movilizaciones de las masas en las calles, a través de la justicia se castiga y persigue, teniendo prisioneros/as políticos, llegando algunos a tener condenas sobre 24 años de cárcel.
De cara al proceso constituyente, es imperante que no abandonemos los métodos de lucha y movilización, sigamos luchando en las calles por el Juicio y Castigo a todos los violadores de DDHH, por la destitución inmediata de todos los altos mandos de carabineros, militares y marinos, cárcel para Piñera, su destitución debe y ha sido una bandera de millones en las calles, ya que es el principal responsable no solo de los crímenes y muerte sobre 40 personas, también de las torturas, violaciones sexuales, mutilaciones y golpizas policiales, y además representante de los multimillonarios del país que han saqueado y robado a la clase trabajadora por más de 30 años, debemos seguir peleando por la libertad y absolución de las causas de las prisioneros políticos y mapuches, demanda crucial de las masas en las calles que sigue viva.