por María Rivera, Defensora Popular y dirigenta del MIT

(Este artículo fue publicado originalmente en la versión impresa de La Voz de los Trabajadores, 32)

A través de los medios de comunicación, propiedad de grandes conglomerados con sus canales de TV, radios, periódicos y redes sociales, vemos que la “propiedad privada” es intocable y quien se atreva a tomarla sufrirá las penas del infierno. Los poderosos dueños de un gigantesco porcentaje de suelo cuentan con el apoyo “incondicional” del poder, Legislativo, Judicial, Ejecutivo, y Fuerzas Policiales que están siempre a su servicio y dispuestos a proteger y defender cualquier pedazo de tierra que ocupe quien por necesidad la necesita. Da lo mismo si han sido sitios eriazos , baldíos convertidos en basurales o cerros que solo eran un elemento del paisaje.

El crecimiento de la población chilena y las centenas de familias de desplazados desde diferentes países, escapando de la miseria, la violencia y la marginación con la esperanza de conquistar mejor calidad de vida, demostró que el acceso a la vivienda en el país es simplemente imposible, si no se es sujeto de crédito. Todos ellos vivieron el hacinamiento en casa de familiares o en lúgubres habitaciones arrendadas, solo les ha quedado el camino de la toma de un terreno, tal como como lo han solucionado miles de familias en la historia, tenemos el ejemplo de la aguerrida Población La Victoria con origen en la toma de sitios “La Feria”.

La prensa que defiende a los poderosos se encarga de desprestigiar al movimiento de pobladores sin casa, demonizando cuanto campamento existe, hablando horas de criminalidad y violencia. Desde estas páginas, los desmentimos y entregamos toda la solidaridad a estas miles de familias.

Hace un tiempo estamos colaborando con los pobladores en toma y en ese rol periódicamente las visitamos. En todas ellas nos encontramos con niños que expresan en sus rostros la inocencia natural pero cuando hablan saben que están siendo observados para marginarlos más aún, se hacen adultos y expresan su rabia; los adultos se contienen todo lo que su condición les permite y se angustian cuando se conversa lo que se viene, LA ORDEN DESALOJO, con Carabineros porque así un juez lo ha ordenado. Son miles de familias en varias tomas: 17 de Mayo, Mauricio Fredes, Luna Bella, La Cruz y Cerro Centinela en San Antonio son algunas de ellas.

Muchas de estas familias se manifestaron, levantaron consignas lucharon codo a codo con quienes salimos a la calle el 2019, miles de ellos tuvieron confianza y creyeron que la Nueva Constitución traería el derecho a la vivienda, y votaron por el Frente Amplio, “por la democracia” en contra de la derecha conservadora, y apoyaron a Diputados y Senadores, Alcaldes y Concejales, pero nada de eso llegó, ni Nueva Constitución, ni gobierno progresista, ni derecho a la vivienda.

Al contrario, Gabriel Boric, comprometido con los poderosos empresarios, promulga leyes más represivas cada vez. Ley Naín Retamal, Ley Anti-Tomas, entre otras, y defenderá la propiedad privada a costa de enviar a la calle a miles de familias. Esa es su tarea, aunque por la TV aparezca con dulces y solidarios discursos.

El trabajo sucio lo hace el seudo socialista Ministro Carlos Montes, junto a las Delegaciones Presidenciales y funcionarios de “Alto Rango” que dan aspirinas citando semana a semana a “mesas de negociación” que solo dilatan, desvían la movilización y dividen al movimiento.

El derecho a la autodefensa

Ya hablamos del apoyo con que cuentan para defender su propiedad privada los “dueños ”. Y a los pobladores que se tomaron los terrenos, ¿quién los apoya y defiende?

Acá hablamos claro: el apoyo a las tomas de terreno no vendrá de la institucionalidad ni de los partidos tradicionales. Tiene que venir de organizaciones de la clase trabajadora, sindicatos, centros de estudiantes, pobladores en general. Las organizaciones políticas independientes de patrones y burgueses debemos ponernos al servicio y junto a los pobladores ver la forma de defenderse, porque la “autodefensa” es un derecho y hay que organizarla en cada lugar. No pueden esperar que venga la represión del Estado que sí está preparada. Es necesario discutir y organizar la autodefensa en cada campamento. No podemos permitir que llegue la represión rompiendo todo lo que tanto les ha costado, golpeando mujeres, niños y ancianos, como lo hacen en la Araucanía.

La represión expresa el odio que los poderosos tienen a la clase trabajadora, nosotros organizados debemos expresar el odio que les tenemos por los siglos de explotación y opresión

¡Viva la lucha de los pobladores y pobladoras organizados!

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