Hace unos días Piñera promulgó la ley de Teletrabajo, tras un discurso de favorecer el quedarse en casa frente a la crisis sanitaria por el Coronavirus. Piñera en la videoconferencia en la cual promulgó la ley, desde su cómodo sillón dijo que esta medida no llevaría ningún menoscabo al trabajador: el internet y computador u otros equipos necesarios serían costeados por la empresa.
Sin embargo, la realidad es otra, no es que el objetivo de Piñera sea sacar una ley para cuidar al trabajador ante esta pandemia, pues ni siquiera llama a una cuarentena general ni al cese de la producción no esencial para garantizarla. El proyecto con respecto al Teletrabajo llevaba unos dos años en el Congreso, y no se aprobaba, en parte, debido a cuestionamientos porque significaría más flexibilidad laboral. Ahora Piñera se aprovecha de la crisis sanitaria y la presencia de militares en las calles para imponer su ley. Esta ley establece el “derecho a desconexión posterior al horario de trabajo”, es un derecho a desconexión que sería de 12 hrs, es decir el resto de las 12 hrs del día no habría derecho a estar desconectado, es un aumento encubierto de la jornada laboral, sin aumento de sueldo u otro. Por otra parte, dice que esta modalidad de trabajo se podrá llevar a cabo siempre cuando haya «mutuo acuerdo entre empleador y trabajador», pero los trabajadores sabemos que la relación patrón y nosotros no es simétrica: si uno se opone, puede ser despedido.
Debemos exigir el cese de las faenas y trabajos no esenciales garantizando la mantención de un sueldo de 600 mil pesos, sin ningún derecho menos a los trabajadores. ¡Huelga General Sanitaria por la Cuarentena total YA!, y sin represión, los militares con fusiles en las calles no son la solución a la crisis sanitaria. Los trabajos que sigan funcionando deben estar con el objetivo de detener la expansión del virus. Los dineros para mantener al país mientras varios trabajos estén parados deben venir del patrimonio de las 10 familias más ricas de Chile (Luksic, Angelini, Matte, Piñera, etc) que consiste en unos 35 mil millones de dólares ganados a costa del saqueo que le hacen al pueblo trabajador chileno. La alternativa de un teletrabajo no es mala en sí, de hecho presupone un desarrollo tecnológico. Pero bajo los gobiernos del empresariado serán usadas para menoscabar los derechos de los trabajadores, ya que encubre el trabajo informal y la flexibilización extrema de la jornada laboral, en la práctica externaliza y de forma gratuita la mantención de los espacios de trabajo y equipamiento, interviene los espacios privados de los trabajadores alterando rutina del resto de los habitantes de la vivienda, entre otros.
¡Abajo la Ley de Teletrabajo!
