El día 26 de enero del 2022 , organizamos como MIT un conversatorio en formato Facebook Live donde abordamos el vínculo entre nuestra campaña de Iniciativa Popular de Norma y la Convención Constituyente. Subrayar que debido a inconvenientes técnicos, el vídeo arranca desde el minuto 30. Sobre esto nuestra compañera María Rivera expresó que se trata de las consecuencias de construir desde la independencia de clase. Es decir, sin recursos ni patrocinios procedentes del empresariado, sus partidos ni burocracias de ningún tipo.
Las expectativas populares ante el Nuevo gobierno
En primer lugar, destacamos que actualmente existen grandes expectativas a nivel de ciudadanía sobre las transformaciones que vivirá el país a propósito de los resultados electorales del último ciclo político. Estos comprenden la elección por el Apruebo de octubre del 2020, las de convencionales, municipales y gobernaciones de mayo del 2021, y la segunda vuelta presidencial de diciembre recién pasado.
Sin embargo, son los resultados de la elección parlamentaria del 2021 los que constituyen un gran freno para las esperanzas de cambio. Esto debido al avance que logró la derecha, y el conjunto de partidos del régimen, en la configuración del Legislativo que asumirá en marzo del 2022.
Aun así, no puede omitirse que la presentación del gabinete presidencial de Gabriel Boric posee un marcado sello tecnocrático y anti-popular. Fundamentalmente en lo que a tres carteras clave concierne. Por ejemplo, el ministerio de Hacienda será conducido por Mario Marcel, ex-socialista y ovacionado por la gran burguesía chilena. En Relaciones Exteriores se encuentra Antonia Urrejola, hasta entonces alta funcionaria del imperialismo en la Organización de Estados Americanos (OEA). Y en Interior se ubica Izkia Siches, ex-comunista que se ha apresurado en excluir ‘a violentistas’ de los futuros diálogos concernientes al, buscando construir un sello de ‘país en orden y sin chipe libre‘.
En tal escenario, nuestra función es la de propiciar el estado de alerta entre la población, especialmente en aquellos sectores de la clase trabajadora y del mundo popular. Esto porque sería una mentira y traición alimentar las expectativas de cambio, como hacen los personeros del Frente Amplio. Si bien desde el Partido Comunista, a través de su Presidente, Guillermo Teillier, se han pronunciado comentarios que denotan desconfianza hacia el ordenamiento del futuro gabinete, no podemos desconocer que ellos alentaron la política de alianzas con la burguesía. Han sido cuadros como Daniel Jadue los que públicamente han sostenido que su propuesta de programa de gobierno tiene más de ‘centro-izquierda’ y ‘cercanía’ con lo que han hecho figuras como Angela Merkel que de ‘comunismo de siglo XX’.
Por tales motivos, la tarea de la construcción de una organización que se funde sobre los principios de la independencia de clase se encuentra plenamente abierta y vigente en Chile. Esto no por romanticismo identitario, sino por la necesidad de responder al siguiente ciclo de crisis general, como el vivido en el año 2019. Lo central es que este no sea arrebatado por el colaboracionismo, oportunismo y políticos de siempre, otorgando salidas pactadas con el viejo régimen. El objetivo es construir una organización revolucionaria, cimentada sobre las bases y con incidencia directa sobre la lucha de clases, que logre conducir una salida real a las crisis del capital.
Las posiciones en la Convención Constitucional
Por otra parte, se conversó sobre la instalación en la Convención de aquellas corrientes que buscan excluir a comunidades y ciudadanía en general de la discusión sobre las Iniciativas Populares de Norma. Es el caso de lo que sucede actualmente con nuestra campaña por la renacionalización de la gran minería de bienes comunes naturales, que experimenta obstáculos en la Comisión de Medioambiente.
Al respecto, tanto nuestro compañero minero y dirigente sindical, Eduardo Gallardo, como nuestra compañera convencional, María Rivera, enfatizan que tal obstaculización se funda sobre una falsa contradicción entre socialismo y ambientalismo. Primero, porque se requiere financiamiento para otorgar una mejora sustantiva del nivel de vida para el conjunto de la población, así como para conquistar los derechos que desde el pueblo y la Convención se reclaman. Para ello tanto la recuperación de los recursos clave.
Pero en segundo lugar, es de vital importancia el tránsito hacia una nueva matriz productiva eco-sustentable y la construcción de una economía solidaria. De lo que se trata es de subvertir el orden capitalista de las relaciones de producción y cambio, así como el paradigma y la lógica instrumental que impera sobre su vínculo entre humanidad y naturaleza.
Tales lecturas han sido bien recibidas por el conjunto de la población durante nuestras experiencias de trabajo de masas. En cabildos, asambleas y diálogos con la clase trabajadora nuestra Iniciativa ha gozado de buena recepción. No podemos invisibilizar el que por ciertos sectores más tímidos, y/o conservadores, esta sea catalogada como ‘utópica’ o ‘demasiado radical’. Pero en general hemos constatado entendimiento y apoyo hacia todo aquello que apunte a conquistar una vida nueva, desplazando a los empresarios y sus políticos de siempre.
La necesidad de comandar el proceso de instalación de discusiones
Nuestra compañera María Rivera destaca que actualmente se encuentran tres discusiones en boga concernientes a la Convención. Estas son la campaña por el aborto libre, la recuperación de tierras para el pueblo mapuche en la ‘macrozona sur’ y las restricciones que podría imponer la Convención a la inamovilidad de cargos en el Poder Judicial.
Pese a que estas puedan suscitar grandes expectativas, lo cierto es que estas ya experimentan los efectos de la reafirmación del quórum de 2/3. Este se trata de uno de los principales límites que implantó el Legislativo en el origen de la Convención. Posteriormente, este fue defendido por los sectores más conservadores del Frente Amplio y Partido Socialista, en alianza con los partidos más reaccionarios del régimen.
Es por ello que se necesita hacer efectivo el señalamiento que durante ciertos momentos indicó el Partido Comunista de “rodear la Convención”, pero que fue posteriormente abandonado en los hechos. Esto involucra la movilización efectiva en todos los frentes de lucha, a modo de emplazar e instar a los y las convencionales a aprobar aquellas medidas progresivas para el pueblo de Chile. Pero tal maniobrar no se agota allí. Este debe complementarse con la construcción de una genuina organización popular, que elabore un Programa de salida al capitalismo, uniendo así la multiplicidad de luchas que ponen en jaque al decadente orden burgués.
Por ejemplo, nuestra compañera María Rivera señaló que con el anuncio del nuevo gabinete se instaló la imagen de que la mujer puede compatibilizar crianza y trabajo asalariado. Sin embargo, tal privilegio se encuentra limitado sólo a una pequeña capa de mujeres que cuentan con recursos para ello. La realidad es que el capital, personificado por el empresariado, persigue a aquellas mujeres que se embarazan o que presentan cualquier inconveniente en su desempeño laboral debido a tareas de cuidados. Se trata de una discusión donde la voz y realidad de la mujer obrera ha sido marginada, cuando ésta debiera situarse en el centro, recogiendo aquellos aportes del feminismo socialista.
La necesidad de la organización para sostener las conquistas y demandas del pueblo
El estudio del capitalismo indica que la crisis es un fenómeno cíclico. Esta es una constatación que se realiza desde toda perspectiva, desde la más reaccionaria hasta las revolucionarias. Y para estabilizar los períodos de ascenso de la lucha de clases, los grupos dirigentes suelen calcular hasta qué punto deben realizar concesiones. Esto para mantener su dominio y asegurar la reproducción del capital.
Es en tales momentos que como consecuencias progresivas de las luchas en momentos de crisis se ubican las disminuciones de jornada laboral, incrementos salariales y conquistas de derechos sociales. No obstante, y dado su carácter anárquico, las siguientes coyunturas de crisis son instrumentadas por los grupos dirigentes para arrebatar las concesiones realizadas. Todo bajo el argumento de reactivar el anhelado ‘crecimiento macroeconómico’.
Por ello la organización es central para la resistencia y defensa de los derechos del pueblo. Pero ésta no puede agotarse allí. Debe avanzar hacia la destrucción del capitalismo y la consecuente construcción de una nueva sociedad. Una sociedad en cuyo centro se ubique la vida del ser humano y la naturaleza. Tal orientación es la que se encuentra a la base del programa socialista, donde la clase trabajadora juega un rol protagónico en su elaboración y ejecución.
Es en tal línea que llamamos a votar Iniciativas como la 4.758 por el derecho a la seguridad social, 9.238 por la negociación colectiva ramal, 33.622 contra los Tratados de Libre Comercio (TLC), 41.126 por la vivienda digna, 40.230 por los derechos de la naturaleza, y desde luego la 48.358 por la libertad de todos los presos políticos de la rebelión.
En el conversatorio, tanto María Rivera como Eduardo Gallardo destacaron que en el centro de las discusiones de la Convención, Parlamento y Ejecutivo se ubica la cuestión del poder. Y es que ha sido precisamente el poder de la clase trabajadora el que el empresariado se ha encargado de mermar. Esto desde el inicio de la dictadura hasta el día de hoy.
Por ello la Iniciativa 5.602 es tan importante. Porque restringe severamente uno de los núcleos de la acumulación capitalista en Chile, al momento que cercena el poder del imperialismo y del capital transnacional sobre el país. Estas son distinciones que no son de vanguardia, sino que están estrechamente vinculadas al sentir de la población. Prueba de ello es que, pese a todas las restricciones, la Iniciativa haya conseguido las 15 mil firmas en sólo dos semanas.
Por ello nuestro interés como organización revolucionaria es conectar este sentir con acciones concretas. Allí la Huelga General como método se vislumbra como necesaria para avanzar en la realización efectiva de nuestros anhelos. Y es por tal razón que reivindicamos el camino trazado por grandes referentes revolucionarios como Karl Marx, Vladimir Illich Lenin, Rosa Luxemburgo, Luis Emilio Recabarren y Teresa Flores. Pero en vista de todas las consecuencias regresivas que tuvo la III Internacional, destacamos la necesidad de seguir el camino trazado por León Trotsky en la construcción de la IV Internacional.
Llamamos a votar las Iniciativas Populares de Norma progresivas para el conjunto de la clase trabajadora. Llamamos a la organización y deliberación popular en todo lugar de habitación, trabajo y estudio. Llamamos a construir un genuino poder popular que se erija contra los cimientos de la sociedad capitalista y edifique desde allí la nueva sociedad libre de toda forma de opresión y explotación. ¡Llamamos a venir y construir el MIT!