Desde que se notificó el primer caso de Covid-19 en la ciudad de Wuhan, China, el virus se ha esparcido con rapidez por toda la Tierra, superando al 9 de junio de 2021 los 174.929.000 casos y más de 3.770.000 fallecidos. 

En Chile ya hemos superado la barrera de los 8000 casos diarios, las más de 30.100 muertes y la ocupación de más de 97% de las camas de urgencia por culpa de la gestión que el gobierno ha tenido sobre la pandemia (en verdad la cantidad de camas ya es 4 veces mayor que al inicio de la pandemia). Este año 2021, cuando se anunció una de las vacunaciones más grandes en Latinoamérica en proporción a los habitantes de un país, vemos como el país se desmorona ante el COVID-19 debido a una gestión que solo busca mantener a los trabajadores generando riquezas para los grandes empresarios de este país. Y esto no es una exageración, en el año 2020 la riqueza de los multimillonarios nacionales llegó a 40.300 millones de dólares en 2020, ¡lo que representa un aumento del 73% respecto al ranking anterior!

Lo peor de todo, es que el gobierno aparece en cadenas nacionales anunciando las muertes y las alzas de contagio como si fuesen algo inevitable y natural que suceda, siendo “normal” que después de un año de pandemia muriesen más de 50, 70, 100 e incluso 200 personas al día por un sistema de salud que ha sido desmantelado por los empresarios y los gobiernos de turno.

A un año de la pandemia, es criminal lo que ha hecho el gobierno de Piñera, las cuarentenas son solo discurso cuando vemos el transporte público repleto en las mañanas y en las tardes, millones de trabajadores y trabajadoras seguimos exponiéndonos y arriesgándonos ante el virus debido a que no se aplican cuarentenas eficaces que resguarden a toda la población, durante un periodo corto de tiempo, sino que se aplican cuarentenas que permiten que las y los trabajadores del país sigan produciendo para las 10 familias poderosas de Chile y las distintas transnacionales. ¡La muerte de miles de trabajadores por Covid-19 es responsabilidad del gobierno de Piñera y los dueños de este país!

En este escenario, la enorme campaña de vacunación que el gobierno acompañó con una gigantesca inversión comunicacional no tiene efecto si no se resguardan los espacios físicos, por lo que ahora estamos ante una tercera ola que ha sido de las peores desde el inicio de la pandemia. Por otra parte, también quedan dudas sobre cuáles fueron las condiciones que pusieron tanto China como EE.UU para liderar la campaña de vacunación en el país.

La situación de los trabajadores de la salud es agobiante. Agotados, sin poder descansar, bajo una enorme presión y precariedad laboral, con bajos sueldo y sin ningún reconocimiento por parte del gobierno. Por eso hace pocas semanas los trabajadores del consultorio Alejandro del Río en Puente Alto fueron a huelga para exigir la contratación de más funcionarios. Por eso hoy también están luchando los trabajadores del Hospital Barros Luco en Santiago.

En ese marco, la situación actual exige que los esfuerzos de las y los trabajadores del país y toda la riqueza del territorio sean puestas al servicio de la salud de la población y no para salvar el negocio de los grandes empresarios. En Chile existe una de las brechas más grandes de riqueza en comparación con el nivel de pobreza del país, el país donde los directores de las grandes transnacionales se reparten jugosas utilidades a costa del sacrificio y los despidos de la población.

Es en este cruel e insoportable escenario es que llamamos a todas y todos los constituyentes, dirigentes sindicales y sociales, organizaciones políticas y sociales, y a todo el pueblo de Chile a luchar por un plan de emergencia que, de seguridad y salud a la población, que sea discutido en todos los espacios democráticos y que podamos organizar una gran movilización exigiendo:

  1. Una renta mínima universal de 600 mil pesos para todos los desempleados y personas que ganen menos que ese monto.
  2. La expropiación sin indemnización de todas las clínicas y laboratorios privados; y que estos sean controlados por sus trabajadores.
  3. Llamamos a doblar la inversión en la salud pública de forma urgente a través de la confiscación de las ganancias de las grandes mineras, bancos, AFPs y de un impuesto del 50% a las grandes fortunas del país (solo con mitad de la mayor fortuna se podría duplicar el presupuesto para la salud pública).
  4. Debemos reorientar la producción de la industria nacional para combatir la pandemia. Eso significa producir todo lo que sea necesario para construir nuevos hospitales, producir equipos médicos, ventiladores mecánicos, invertir en laboratorios públicos para desarrollar vacunas nacionales, etc;
  5. Además de la expropiación de laboratorios privados, exigimos que se invierta en el desarrollo de vacunas nacionales (del cual Chile dejo de producir en 2005) para controlar esta y las próximas pandemias
  6. Exigimos el fin del toque de queda y el estado de emergencia, por una política de cuarentena verdaderamente efectiva y con alimentación y salud asegurada.
  7. Para cumplir estas demandas proponemos luchar por la expropiación de las empresas de las 10 familias mas poderosas del país, junto con la expropiación de las principales fábricas, laboratorio y minas, donde sean las y los trabajadores quienes administren toda la producción y la riqueza.

No tenemos ninguna expectativa de que el gobierno criminal de Piñera/Paris vaya a tomar cualquiera de estas medidas. Por esto, seguimos exigiendo más fuerte que nunca ¡que se vaya Piñera y todo su gobierno! ¡Exigimos que la Constituyente, que se instalará en un mes más, se declare soberana para tomar estas medidas y aprobar la destitución de Piñera y todo su gobierno!

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