Por Pablo Valenzuela. Minero subcontratado.

Sin duda que ante la situación política en el país, con una crisis sanitaria a cuestas, con la consabida descarga de los costos de esta sobre las espalda de los trabajadores, reflejada en la perdida de empleos, reducción de sueldos, la suspensión del trabajo sobre los seguros de cesantía que el propio trabajador ahorra mes a mes, asociado a las miles de muertes, el hambre, la miseria extrema y ante un inminente plebiscito para echar abajo la constitución de la dictadura, es que los trabajadores de la minería tenemos la responsabilidad histórica de plantearnos con fuerza y claridad, no sólo ante el gobierno y el estado, sino también ante las burocracias a la cabeza de los organismos sindicales y principalmente, frente a los miles que somos, con nuestras demandas históricas y actuales, para avanzar decididamente hacia una salida obrera y revolucionaria a tanta barbarie capitalista.  

Pues bien, desde La voz Del Minero (LVM), somos claros en decir que nosotros no creemos que los problemas de la clase obrera se solucionen con «un lápiz y un papel», como dijera el ex presidente Ricardo Lagos, haciendo alusión a que la dictadura de Pinochet había caído con el plebiscito del año 1988, desconociendo con esto la enorme resistencia, tenacidad y lucha que dieron los trabajadores junto a miles de jóvenes y pobladores contra el régimen. Tampoco esta frase reconoce el rol histórico que jugaron los trabajadores del cobre y la minería en general, llamando a la primera jornada de protesta nacional del año 1983 y las sucesivas acciones en la calle y faenas para desestabilizar el régimen. los miles de trabajadores y dirigentes perseguidos, encarcelados, torturados y otros desaparecidos que enfrentaron cara a cara al tirano.

Entonces, nosotros no podemos ilusionarnos en que a través de este plebiscito, convocado a puertas cerradas entre los mismos políticos de siempre y como descompresión al gran alzamiento iniciado el 18 de octubre, vaya a ser el camino de los trabajadores para la solución a las demandas de nuestra clase, ni menos hacia nuestra emancipación. Por el contrario, es una manera de hacer parecer que algo va a cambiar, cuando no va a cambiar nada.

Ante lo anterior entonces, debemos participar?… decimos que sí. Y si esa es nuestra decisión, entonces nuestra votación debe ser, apruebo y convención constitucional. No por que confiemos en que esta institucionalidad puede y quiere cambiar las cosas de raíz, sino teniendo claro, que si bien, es una situación de transito histórico, para dejar de tener la Constitución de Pinochet, también debemos saber que nuestras demandas y nuestra liberación solo vendrá de la mano de la movilización y la lucha, tal y como ha sido históricamente. no existe otra salida para las problemáticas de los explotados y oprimidos que la organización de los trabajadores, para pelear unidos hacia una Asamblea Constituyente sin Piñera, sin presos políticos, sin este parlamento burgués, sino que de la mano de la movilización y junto al conjunto del pueblo trabajador.

Es ahí en donde surge la necesidad de organizarnos en nuestros lugares de trabajo, en las faenas, en las minas. Los actuales dirigentes de los sindicatos más grandes, como también la CUT, no han estado dispuestos a organizar la unidad y la fuerza de las bases de los trabajadores del país.

Debemos obligar a nuestros dirigentes a llamar a la lucha, a dar estas batallas, y si no lo quieren por su simpatía con el patrón, entonces debemos sacarlos de sus cargos y no solo aquellos, sino que a toda la burocracia sindical, pasando por la CUT, las federaciones, la propia CTC, que históricamente dio batallas importantes como la conquista del Acuerdo Marco, pero que hoy por hoy es solo una cascara vacía, sin militancia obrera, sin bases, sin democracia interna y lo que es peor sin fuerzas ni ganas para organizar ni luchar junto a los miles de mineros que nos encontramos en las faenas en disposición de ponernos de pie.

Debemos levantar las demandas de los mineros como la renacionalización del cobre bajo control de los trabajadores, abajo subcontrato, negociación ramal, tarifado nacional de la minería, la demanda histórica por No mas AFP. Debemos levantar una Coordinadora nacional minera, para avanzar en un pliego de demandas de los trabajadores de la minería acompañados de una gran movilización que acabe con los abusos y se proponga terminar con todo lo establecido.

Es ahí en donde se transforma en urgente la unidad con otros sectores estratégicos, como los portuarios, trabajadores del petróleo y otros, por su ubicación estratégica dentro de la economía nacional y en la producción, somos preponderantes a la hora de organizar un gran frente de trabajadores.

Desde La Voz del minero, hacemos un llamado a las organizaciones como la CUT, la CTC, las Federaciones Mineras y Portuarios para convocar a un Congreso Nacional de Trabajadores con delegados de base por sectores de trabajo, para discutir de raíz nuestras demandas, levantando un pliego único nacional a partir de una huelga general que permita remecer las bases en las que se sustenta esta sociedad de clases…

Los mineros no hemos estado jamás ausentes en la lucha, desde el inicio de la revolución que se levantó el 18 de octubre, solo nos falta organizarnos desde nuestros lugares de trabajo, en conjunto con los demás sectores estratégicos y poner en pie la batalla decisiva que hace falta para acabar con este gobierno asesino que ha descargado todo su poder sobre nuestras espaldas y plantearnos surgir como una gran fuerza, que avance con decisión hacia la conquista de nuestras demandas, junto a las del pueblo trabajador en general y porqué no pensarlo, hasta acabar con este sistema que nos ha robado todo, hoy por hoy, no solo nuestros sueldos y trabajo, sino también nuestra salud y nuestras vidas.

¡Vamos compañeros, vamos mineros, a organizarnos para luchar y ganar!

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