La olla común vuelve siempre en momentos de necesidad, porque es más eficiente que resolver individualmente como asegurar el alimento a las familias. El comedor colectivo, la olla común, ha sido siempre la solución del pueblo organizado y nos remonta a épocas más solidarias, colectivas y comunitarias. A las mujeres nos libera de una parte de la esclavitud de la casa y nos invita a tejer redes. Nos hace practicar una economía colectiva con la que optimizamos los escasos recursos.

Hemos visto como organizados somos capaces de resolver, en medio de esta crisis que más parece una guerra, el gran problema que es llevar la comida a la mesa. Hoy el problema es aprovisionarse, pero ¿cómo traemos el alimento, el gas, los artículos de aseo a la olla?

Y en medio del esfuerzo y el ingenio diario para resolver esta pregunta, aparecen los oportunistas de siempre. Los que no dudaron antes, en aparecerse para todas las tragedias, trayendo “ayuda”, trayendo aportes, para comprar nuestros votos para volver a ser elegidos para que desde sus puestos hagan lo mismo que han hecho siempre por el pueblo “NADA”.

Lo operadores políticos de los partidos, los candidatos a cualquier cosa, que hoy aparecen nuevamente trayendo “su” ayuda vienen a entorpecer el trabajo esforzado de auto organización, a traer junto con la ayuda, la discordia, la división, para seguir gobernando.

Sepan compañeras y compañeros que esas ayudas que ellos traen no son de ellos, son del Estado, es decir compradas con las platas que nos pertenecen a todes.

Estamos seguros de que, así como hemos logrado resolver la necesidad imperiosa del hambre por nosotras mismas, también administraríamos mucho mejor esos fondos. Los 200 millones de pesos que el Consejo Regional destinó para las ollas comunes de Valparaíso. Sería perfecto si estuviera en nuestras manos, no solo el alimentarnos sino también abastecernos.

Así como les quitamos el 10% de nuestra plata de las AFP, también podemos recuperar nuestras platas del Estado que hoy administran Piñera y su circo de maleantes. Podemos resolver nuestros problemas si logramos administrar en forma directa los fondos que el Gobierno Regional destinó a las ollas y lo mejor sin “Intermediarios”.

Vamos por la administración directa de los fondos de emergencia. Que las ollas administren los fondos que el Estado de los empresarios destinó para las ollas.

¡Fuera los buitres de los territorios!

¡Que la plata de las ollas las administren las ollas!!

Por Lucha Mujer Valparaíso / MIT VALPO

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