La semana pasada nos juntamos con 6 dirigentes sindicales bancarios, organizados en la Conaban, para conversar sobre la situación del país, la Constituyente y el rol de los trabajadores bancarios en ese proceso. La Conaban representa a sindicatos bancarios (Santander, Scotiabank, Falabella), del sector de seguros y también a otros trabajadores relacionados con el sistema financiero.
A continuación, presentamos un pequeño resumen de la conversación, que duró más de 2 horas.
Derechos laborales y Código Laboral
Conversamos sobre derechos laborales y la organización de los trabajadores. Los dirigentes opinaron que el actual Código Laboral es una de las principales herramientas que los patrones utilizan contra los trabajadores y que es necesario hacer una serie de cambios a esa legislación.
Roberto Grandón, dirigente de Scotiabank y de la Confederación, apuntó que los trabajadores no tienen el derecho a la negociación por rama, pero la patronal sí, ya que está asociada en grandes gremios, como Sofofa, Abif y otros. Así, cuando los trabajadores de un banco van a huelga, los otros Bancos socorren al Banco “en apuros”. Como contraparte, los trabajadores se encuentran fragmentados en muchos sindicatos e impedidos de negociar por rama debido al Código Laboral. Así, según Grandón, la huelga se transforma en una herramienta de los patrones para destruir los sindicatos, ya que la legislación dificulta mucho la realización de una huelga. El primer problema de los trabajadores cuando van a huelga es que no reciben su sueldo, lo que significa una enorme presión para que vuelvan a trabajar. Después de 15 días, las empresas pueden hacerlos descolgar individualmente (en algunos casos incluso pagando bonos a los trabajadores que rompen la huelga). El tema de los servicios mínimos también es una herramienta contra la huelga. Según Grandón, no debería haber servicios mínimos en la situación actual, ya que dentro de una misma empresa hay 3, 4 o más sindicatos que no llegan a representar, muchas veces, ni el 30% de los trabajadores. El tema de los servicios mínimos solo se podría discutir si hubiera negociación por rama, cuando todos los sindicatos tuviesen el derecho de negociar al mismo tiempo.
La dirigenta Marcela Santibáñez ilustró con varios ejemplos las formas que utilizó CMR Falabella para enfrentar una huelga de los trabajadores de ese sector hace algunos años, la que duró 22 días y terminó con muchos trabajadores desmoralizados.
Gloria Soto, también de Scotiabank, dio el ejemplo de la huelga que tuvieron en 2014 contra el banco canadiense. De la misma forma que CMR Falabella, Scotiabank utilizó todas las armas del Código Laboral para enfrentar la huelga, llevando socios del sindicato en huelga a otro sindicato y negociando por separado, pagándoles bonos de hasta 5 millones. Después de una dura huelga, el Sindicato dirigido por Gloria tuvo que apelar al artículo 369 para congelar la negociación y presentar una demanda por prácticas antisindicales contra el Banco, lo que los obligó a negociar y hacer concesiones el año siguiente. La fuerza de la huelga y de los socios que se mantuvieron en el sindicato, aún después de los ataques de Scotiabank, hizo que el Banco saliera con la imagen manchada y demostró la fuerza de los trabajadores cuando están unidos.
Otros puntos que fueron mencionados reiteradamente por los compañeros y que necesitan ser cambiados en la Nueva Constitución son:
1) La causal de despido por el artículo 161 (por necesidades de la empresa);
2) La extrema regulación del derecho a huelga, que limita la fuerza de los sindicatos. Un ejemplo es que los trabajadores sólo pueden realizar huelgas en periodos de negociación colectiva. Sin embargo, muchos de los problemas que tienen los trabajadores en los lugares de trabajo no pueden esperar las negociaciones;
3) La inexistencia de la negociación por rama;
4) Las metas impuestas por la patronal para acceder a beneficios que terminan transformándose en parte normal del sueldo, lo que genera una enorme presión y estrés laboral en los trabajadores, además de disminución de sueldos; los dirigentes plantean que los trabajadores deben tener participación en la definición de las metas establecidas;
5) El uso de la flexibilización laboral en contra de los trabajadores: el subcontrato, las empresa multirut, etc. Gloria Soto afirmó no estar en contra de la flexibilización cuando eso no signifique precarización o pérdida de derechos.
Otro tema destacado por Roberto Grandón fue la necesidad de que los sindicatos sean solidarios entre sí. Según él, cuando trabajadores de un mismo sector van a huelga, otros deberían poder paralizar sus actividades en solidaridad. Eso requiere un cambio de consciencia en los dirigentes y también un cambio en el Código Laboral. Además, destacó que la próxima Constitución debería dar rango constitucional a los convenios internacionales firmados por Chile que no son respetados, como el Convenio 87 de la OIT.
En la opinión de Pedro Troncoso, secretario de la Confederación, uno de los principales problemas de los trabajadores para ir a huelga es el miedo a quedarse sin sueldo, ya que la mayoría viven endeudados.
Nueva Constitución
Cuando preguntamos por qué eligieron hablar con María Rivera y no con otros constituyentes, los compañeros respondieron que algunos tenían un contacto anterior con ella y que ella apunta algo que muchos constituyentes no están discutiendo: los temas laborales, los problemas de los trabajadores. Roberto destacó que los dirigentes sindicales no pudieron ser candidatos a la Constituyente y que ellos pelearon al lado de Pelao Vade, de la tía Pikachu, en Plaza Dignidad, pero no pudieron ser candidatos, lo que demuestra otra limitación del sistema electoral.
Gloria también destacó el discurso del MIT y María Rivera sobre el control obrero de las empresas y del Estado. Según ella, con la pandemia es mucho más evidente la necesidad de que el Estado centralice las empresas para ofrecer servicios como agua, gas, para administrar los hospitales privados y ponerlos al servicio de las necesidades de toda la población.
También conversamos sobre otros temas constitucionales, como el derecho a salud, el rol de la Banca y cómo creen que podemos conquistar esos derechos.
Con relación al tema de la salud, varios opinaron que esta debe ser un derecho garantizado por el Estado y que no debe haber subsidios al sector privado, como ocurre hoy. Todos reconocieron que Chile es un país muy rico, pero que esa riqueza no está al servicio de garantizar derechos sociales.
En cuanto al rol de la Banca, también hubo un debate muy interesante. Como trabajadores del sector, reconocen que la Banca es central para la mantención del sistema y que el sistema financiero controla gran parte de las empresas de Chile y el mundo. Roberto Grandón dijo que hay que cambiar el rol del Banco del Estado, ya que este funciona prácticamente como un Banco privado, al servicio de los intereses de los dueños del país, como Luksic o Matte. Según el dirigente, deberíamos tener un Banco estatal distinto, que privilegiara otro modelo de desarrollo para el país y no el que existe hoy. Según él, en otros países existen Bancos estatales fuertes que pueden impulsar la economía al servicio de la población. Gloria complementó explicando que el Banco Estado fue uno de los primeros en implementar la tercerización y la precarización laboral, lo que debe acabar.
Cómo se pueden generar las transformaciones?
Según Gloria, el estallido social hace evidente que sólo con movilización es posible cambiar las cosas. En su opinión, hay que sacar a toda la casta política corrupta que ha dirigido el país. Gloria manifestó expectativas en la Lista del Pueblo, pero también reconoce que muchos constituyentes no saben qué significa enfrentar a los poderosos y por eso sus acciones terminan siendo muy limitadas. La figura de María Rivera, según ella, es una de las más potentes dentro de la Lista del Pueblo.
Pedro Troncoso opinó que la Convención Constitucional debe cambiar las leyes orgánicas y todas las demás leyes constitucionales para generar cambios profundos.
Todos fueron unánimes en criticar la actual institucionalidad, el Parlamento y los partidos políticos tradicionales.
En la opinión de Roberto, Gloria y Marcela, es fundamental que los trabajadores entiendan su poder y pierdan el miedo de luchar. Según ellos, la Conaban estuvo en muchas manifestaciones en Plaza Dignidad y seguirá luchando para recuperar las organizaciones de los trabajadores y trabajadoras. También manifestaron desconfianzas hacia la CUT y otras centrales sindicales, que hoy se transformaron en aparatos que no representan a los trabajadores. La orientación de ellos es distinta, quieren construir un sindicalismo desde la base y caminar en la recuperación de las organizaciones de los trabajadores y trabajadoras.