El 18 de Octubre Chile despertó y alzó la voz contra los abusos de más de 30 años que vienen impuestos desde la dictadura militar asesina de Pinochet. Piñera, para defender los privilegios de los de siempre, sacó a los militares a las calles, luego presionado por nuestra movilización los tuvo que acuartelar, pero hoy sigue reprimiendo, utilizandote a ti, un FFEE o miembro de las fuerzas represivas, que nunca va a tener esos privilegios de los de arriba que tanto te hacen defender a punta de lacrimógenas y disparos su status quo.

Te dan instrucciones para reprimir este hermoso despertar. Un despertar de que también es de tus padres y hermanos, quienes desde el nacimiento hemos sido educados en obedecer al poderoso. Nuestros padres albañiles, obreros agrícolas, semi analfabetos y nuestras madres, costureras, empleadas domésticas o dueñas de casa durante muchos años hemos construido sus casas, cocinado sus festines, cuidado a tus mimados hijos, recibiendo un salario miserable sin más derechos que masticar la rabia, el hambre y el frío.

Mientras los de tu clase despiertan, a ti, un Gobierno de empresarios, de los de arriba, solo te llenan de instrucciones sin que tengas derecho a contradecir. El gobierno te ha hecho apuntar contra tus hermanos, amigos, familias. El gobierno te lleva como carne de cañón a reprimirnos, y por eso, la juventud, pobladores y los trabajadores y la gran mayoría de Chile está odiándote y celebra a otros valientes desertores de la represión como a David Veloso.

Por ese rechazo a la represión, los jóvenes acompañados por sus familias, masivamente colapsaron las oficinas que recibían los documentos para eximirse de realizar el servicio militar. Un joven protestaba: “no puedo usar un uniforme manchado con sangre del pueblo chileno”. Ese odio es también porque hay un total descrédito con estas instituciones: porque el ejército chileno y carabineros son dirigidos por una casta corrupta que obedece al sector más poderoso del país, que los utiliza a ustedes, los de base y que vienen de familias pobres, para resguardar la propiedad de ellos y para disparar las armas contra tus
hermanos.

Al gobierno solo le interesa la cúpula de las fuerzas represivas, no le interesa si tú te cansas, si debes trabajar dos turnos seguidos, si eres atacado en las protestas. No le interesa el calor que agobia tu cuerpo joven y cansado de saber que jamás conquistarás un nivel de vida como la que tiene tu corrupto general.

Por eso debes dejar de reprimir a tu clase mientras miras desde lejos las mansiones de los empresarios y políticos. El derecho a la rebelión también te pertenece, a exigir mejoras en las condiciones de vida de tu pueblo trabajador, el derecho a romper con los altos mandos y defender a su clase, a tu familia y amigos.

Ellos saben que te necesitan para ganar SU batalla, una que no te corresponde, por eso da vuelta tu escopeta antidisturbios, apunta al poderoso y grítale que no perteneces a su mundo, que en la vereda de la lucha están los tuyos y que solo acá lograras conquistar los derechos para dejar de ser un número y comenzar a ser integrante orgulloso de tu clase, la clase valiente y aguerrida que decidió no dar tregua a quienes intentan seamos sus esclavos.

“Una de las tareas fundamentales del socialismo es la de liberar a la humanidad del militarismo y la barbarie de los choques sangrientos entre los pueblos. La finalidad del socialismo es el desarme general, la paz perpetua y la cooperación fraternal de todos los pueblos que habitan la tierra.”…”Ese fin será alcanzado cuando en todos los países capitalistas poderosos el poder pase a manos de la clase obrera…”

León Trotsky

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