Hoy mientras las familias trabajadoras buscan afrontar esta grave situación económica, realizando el retiro del 10% de fondos de las AFP, el parlamento vuelve a mostrar su real rostro, discutiendo un proyecto de ley que refuerza el negocio de las AFPs, a favor de mantener la lógica mercantil en el sistema de pensiones, utilizando nuestros ahorros para realizar salvatajes a empresas. Por eso no podemos confiar en “las buenas intenciones” del PC y FA que llaman a confiar que en este parlamento vamos a conseguir otros grandes cambios, si se llegara a aprobar el 2.5% de impuesto a los superricos que propone el PC, sería sólo por la presión de las calles que existe, pero aun así ese 2.5% de impuesto es muy insuficiente para las necesidades que hay frente a una crisis social, económica y sanitaria.

El 10% fue conquistado gracias a las protestas y barricadas en poblaciones, avenidas y calles principales del país, al igual que la prisión preventiva de Martín Pradenas. Nada le debemos a este parlamento corrupto, no podemos depositar confianza en él.

La desconfianza a los partidos tradicionales, es también a la “oposición” con caras como Jorge Pizarro (DC), Felipe Harboe (PPD) y Ricardo Lagos Weber (PPD), que se ubicaban oportunistamente del lado de uno de los triunfos que ha logrado el movimiento de masas y su irrupción revolucionaria a través del poder retirar el 10% de sus ahorros previsionales, y hoy vuelven a su trabajo legislativo no en favor de No más AFP, sino de blindar su funcionamiento histórico. En favor del salvataje al mercado financiero capitalista extranjero en particular a compañías privadas de seguro, sociedades anónimas y bolsas de comercio, subiendo los porcentajes de inversión (por parte del Banco Central hasta el 20%), reforzando así un sistema de pensiones que utiliza el ahorro de la clase trabajadora y jubilados del país, para financiar a las grandes empresas, pero en esta ocasión sin ningún tipo de evaluación y clasificación del riesgo, como lo contempla para estas operaciones la Superintendencia de Pensiones.

Con la derecha de Chile Vamos la hipocresía fue superior, diputados y senadores de Evópoli, RN y UDI que han defendido la dictadura de Pinochet, aunque hayan votado a favor del retiro del 10% de los ahorros previsionales son evidentes enemigos de esta revolución.

Muchos legisladores pasaron por directorios de AFP, recibiendo ingresos millonarios, entre ellos Guillermo Arthur Errázuriz (UDI), como vicepresidente de la AFP Capital; Hugo Lavados Montes (DC) como presidente del directorio de la AFP Cuprum; Jorge Marshal Rivera (PPD) como miembro del directorio de la AFP Provida; Osvaldo Puccio Huidobro (PS) como director suplente de la AFP Provida y Rodrigo Pérez Mackenna (UDI) como el presidente de la Asociación Gremial de AFP; Ximena Rincón quien fue directora de la AFP Provida entre el 2006 y el 2008; Máximo Pacheco que dirigió la misma aseguradora en el año 2003; entre otros. Por lo cual, por más que parlamentarios se ubiquen de manera oportunista, por las demandas de la calle, muestran que han sido cómplices del funcionamiento de las administradoras de pensiones que solo ha producido jubilaciones de pobreza.

¡Fuera Piñera! A fortalecer la lucha por todas nuestras demandas y por una Nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente

El 25 de octubre se convoca a un plebiscito donde se definirá si se aprueba o rechaza una nueva constitución, el SERVEL, confirmó que será una jornada de votación extendida durante el día.

Estamos conscientes que este proceso constituyente viene de los de arriba, que ellos lo entregaron obligados por la fuerza del movimiento de masas, y viene con una serie de trabas que dificultan cambios reales, más aún si Piñera y sus representantes políticos de los empresarios multimillonarios siguen en el poder. Por eso creemos que la primera tarea debe seguir impulsando con fuerza el Fuera Piñera.

No obstante, empalmamos con el anhelo de millones por una nueva constitución, y bajo ningún motivo debemos dar tribuna y sectores políticos de la derecha y ultraderecha (neonazis) que van por el rechazo, pero tampoco debemos caer en la trampa de la “oposición”, que pretenden mostrarse como una alternativa al Gobierno de Sebastián Piñera (ya están en conversaciones para ver alternativas de gobierno desde la UDI-Evópoli-RN, como un intento de rejunte desde la DC-PS-PC y Frente Amplio), ya que buscan ser cómplices de un proceso constituyente controlado por las instituciones del régimen que muy poco margen deja para cambios reales.

Vamos por un apruebo que tenga como primera exigencia la salida de Piñera, luego conseguir la libertad de los presos políticos y volcar la economía para detener la pandemia. Un apruebo independiente de los dos bloques de partidos del régimen: por fuera de la derecha y de la “oposición”, un apruebo que surja desde la revolución con independencia de clase.

Si gana el apruebo, los delegados constituyentes deben ser motores de impulsar la movilización por los 3 puntos anteriores y todas las reivindicaciones de la clase trabajadora. No podemos permitir que por medio de proceso constituyente intenten desviar la revolución para evitar que volvamos con fuerza a las calles, y mantener la paz de los ricos, en total impunidad de la violencia efectuadas por efectivos policiales y militares de las FFAA. Debemos avanzar en el movimiento de masas hacia una paro y huelga general nacional por ¡Fuera Piñera!, que salga del Gobierno y vaya a la cárcel, junto con Blumel, Rozas y todos los responsables de las violaciones a los derechos humanos.

Sabemos que nuestras demandas no serán solucionadas solamente escribiendo una nueva Constitución, ya que los ricos no nos van a entregar fácilmente todo lo que nos han robado por décadas. Ellos preferirán dar otro golpe militar a devolvernos nuestra riqueza apropiada por las clases capitalista

Por ello, desde el Movimiento Internacional de Trabajadores, creemos que la única forma de conquistar la dignidad hasta que se haga costumbre, es dando pasos firmes en nuestra organización como explotados y oprimidos, fortaleciendo los ensayos de auto organización en los barrios, centros de estudios y lugares de trabajo, en conjunto al movimiento de mujeres y la diversidad sexual, los pueblos originarios como la nación mapuche, fortalecer la primera línea, todo en perspectiva de forjar embriones de poder de los de abajo, recuperando los sindicatos en favor de la base de las clases asalariadas, cuestionando y denunciando a las dirigencias burocráticas amigas del empresariado, creando sindicatos si no los hay, etc. Sólo en ese camino de auto organización de masas podremos avanzar hasta que la clase trabajadora tome el poder en sus manos, única garantía de que se gobierne en función de las necesidades de la población trabajadora, colocando la economía y producción bajo ese objetivo, y no como es actualmente es enfocado en las ganancias empresariales, que ha sostenido un modelo económico en beneficios de los súper ricos, llevando a pocas familias a ser algunas las más multimillonarias del mundo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí