El viernes 7 de enero se llevó a cabo nuestra concentración en Ahumada con Alameda, seguida por una marcha hasta Plaza Dignidad. El objeto de la actividad era articular fuerzas políticas y sociales por la defensa de los bienes comunes naturales en Chile. Entre las consignas más escuchadas de la jornada se encontraron ‘¡A parar, a parar, el saqueo empresarial!’ ‘¡Piñera, entiende, el litio no se vende!’ y ‘¡Liberar, liberar, a los/as presos por luchar!’.
Tanto la concentración como la marcha fueron desde el comienzo objeto de represión por parte de los aparatos de seguridad del régimen. Estos actuaron con piquetes de fuerzas especiales, carros lanza agua y lanza gases.
El trasfondo de la actividad puede situarse desde la discusión que se ha hecho presente en los medios burgueses de prensa durante los últimos días. Esto a propósito de la presentación de un proyecto, comandado por el Ejecutivo, que busca abrir una licitación para la explotación empresarial del litio en el norte del país. El plazo para su aprobación, por parte del Legislativo, vence el próximo 14 de enero.
Sin embargo, la oposición parlamentaria (hoy liderada por el Presidente electo, Gabriel Boric) ha presentado reparos al respecto. Esto dado que la propuesta del gobierno de Sebastián Piñera colisiona con la expectativa de Apruebo Dignidad de crear una empresa nacional del litio. Sobre esto último, el propio Piñera ha señalado que ‘no hay incompatibilidad entre ambas mociones‘.
A partir de lo anterior, es posible distinguir que la negociación se ha desarrollado entre diferentes proyectos de modernización capitalista. Es decir, entre uno que busca transnacionalizar la explotación del ‘nuevo oro blanco’ y otro que enfatiza que dicho proceso debe ser conducido por un Estado en alianza con corporaciones locales.
Desde el MIT y otras fuerzas políticas hemos enfatizado que ninguno de ambos caminos representa una opción para los intereses de la clase trabajadora. Muy por el contrario, planteamos que nuestra clase sea la que asuma el rol protagónico en la reestructuración de las relaciones de propiedad y producción, base para la transición hacia un sistema nuevo.
Esto porque, desde una posición objetiva, debemos estar conscientes que la extensión, aceleración e intensificación de la producción en el mercado mundial ha generado catástrofes a nivel humano y ambiental. También que dicho proceso ha sido conducido por una pequeña casta, compuesta por grandes oligarcas corporativos mundiales y burócratas de estados capitalistas.
De lo anterior se sigue que estos últimos se instalan como propietarios de la riqueza, hacen valer sus intereses por sobre los de las grandes mayorías. Por tal razón, sus ganancias son reinvertidas para generar más dinero, en lugar de financiar derechos sociales para el conjunto de la población. Y una vez que esta última se moviliza para demandarlos, no escatiman en invertir para sofisticar sus máquinas de represión, búsqueda y captura —por ejemplo, con armas de guerra y cibervigilancia.
Por último,tampoco podemos ignorar que corporaciones estatales, como Codelco, emplean diferentes recursos anti-trabajadores/as. Entre ellos el subcontrato, la prohibición de la huelga y el asesinato —como sucedió con Nelson Quichillao en julio del año 2015.
También debemos destacar que tanto nuestra manifestación, como la discusión entre Ejecutivo y Legislativo sobre la licitación del litio, han sido atendidas en medios internacionales. Allí nuestra compañera María Rivera ha figurado declarando la posición de nuestro Movimiento:
“El pueblo que votó por Boric debe salir a las calles, movilizarse, para frenar esta concesión, porque ya hemos sido saqueados con todos los recursos naturales. Tenemos la posibilidad de recuperarlos para poner esa riqueza al servicio de los trabajadores”. María Rivera, 7 de enero 2022, para Russia Today.
Esto indica la relevancia de los acontecimientos. No sólo por una cuestión de política local, sino porque se encuentra en juego la configuración de las cadenas de producción capitalista mundial. Tal es la importancia de que estas acciones se repliquen allí donde la depredación humana y ambiental, impuesta por el dominio empresarial, tome lugar.
Por ello, nuestra campaña no se agota en una firma para que nuestra moción de iniciativa popular de norma sea presentada al Pleno de la Convención. Esta involucra también la activa movilización en las calles, con los métodos de lucha de clases que utilizó el pueblo desde octubre del 2019, que obligó a la oligarquía entregar la Constitución de Pinochet.
Se trata de un camino en el que hemos convergido con otras fuerzas y con las cuales estamos muy contentos de hacer trabajo contra el capital. Esperamos que día a día se sumen nuevos actores y fuerzas político sociales en esta campaña, que desafía directamente a la piedra angular de la reproducción capitalista en Chile.
Por eso decimos fuerte y claro, ¡Arriba las y los que luchan!