Anteayer empezaron las Escuelas de Formación Gustavo Ruz, espacio de debate y formación promovido por los colectivos que se agrupan en el Reencuentro Político y Social. El MIT, si bien no es parte de ese espacio (por motivos que desarrollaremos en otro texto), participó de la primera escuela con la exposición de nuestra compañera María Rivera, ex-constituyente y abogada defensora de DDHH. El tema en discusión eran los Derechos Humanos en dictadura y en democracia, principalmente después del 18 de octubre de 2019. El evento contó con más de 40 participantes en forma presencial y virtual. Las expositoras fueron Jacqueline Durán, María Rivera, Ilda y Magdalena.

Un especial saludo fue realizado al inicio de la actividad por la compañera Chely, esposa de Gustavo Ruz, fallecido luchador y coordinador del Movimiento por una Asamblea Constituyente.

La primera exposición, en carácter de introducción, fue realizada por Rafael Montecinos, de la Lista del Pueblo, que saludó a los participantes e hizo un importante recuento de las atrocidades cometidas en dictadura, proyectando importantes datos sobre las instituciones del aparato estatal utilizadas para la represión, los métodos de tortura y la prisión política.

La segunda exposición fue realizada por Jacqueline Durán, psicóloga que investiga temas relacionados a los sitios de memoria de la dictadura. La compañera hizo una detallada exposición sobre la importancia de los sitios de memoria para recuperar la memoria social relacionada a la dictadura, relacionando con temas de la psicología como los traumas intergeneracionales de los familiares y del pueblo en general. Explicó que en Chile existen más de 1100 sitios de memoria (lugares donde se torturaron o asesinaron personas durante la dictadura), pero que hoy solamente 47 son reconocidos. También abordó una serie de propuestas relacionadas al tema de la memoria y conservación de esos espacios, como el derecho a la memoria como un derecho Constitucional, la necesidad de participación de las víctimas y familiares en proyectos relacionados a la memoria, etc.

La tercera exposición fue de nuestra compañera María Rivera. María empezó su intervención con un homenaje al pueblo peruano, que hace meses viene luchando contra el gobierno criminal de Dina Boluarte, que ya es responsable por el asesinato de más de 70 personas en el país hermano. María también destacó la hipocresía de las Naciones Unidas y del imperialismo al hablar de Derechos Humanos después de las atrocidades cometidas en la Segunda Guerra Mundial y explicó como la idea de DDHH se popularizó en el mundo después de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, a la cual no reivindica, por su carácter burgués, individualista y en defensa de la propiedad privada. María destacó que la noción de derechos humanos no puede estar restricta solamente a la idea de tortura, prisión política o asesinatos, ya que los derechos humanos van mucho más allá de eso: cuando la clase trabajadora no tiene sueldos dignos, vivienda, posibilidad de decidir sobre su futuro, también están siendo violados los DDHH. Así, María reivindicó la lucha en defensa de los derechos humanos de la clase trabajadora y el pueblo pobre, como una cuestión de clase, y también planteó la necesidad del uso de la violencia como método de autodefensa por la clase trabajadora contra los gobiernos criminales. Por último, María subrayó la importancia de discutir a fondo porqué los derechos humanos del pueblo fueron violados después de 73, explicando que el Estado estaba al servicio de la gran burguesía y el imperialismo y que hoy debemos hacer un profundo balance de esa experiencia para no repetir los mismos errores que dieron origen al golpe.

Las últimas dos compañeras a exponer fueron Ilda y Magdalena, de la Asociación Nacional de Presos Políticos Salvador Allende, observadoras de derechos humanos durante las movilizaciones populares de los últimos años. Ilda destacó la importancia de los observadores de derechos humanos para fiscalizar las acciones del Estado y de los medios alternativos de comunicación para informar sobre la realidad de las violaciones a los DDHH durante las manifestaciones. Por su vez, Magdalena destacó que la violencia del Estado sigue existiendo hoy y nos hace recordar los años que vivimos en dictadura. También reforzó la idea de que los DDHH van más allá de la prisión política o de las torturas. Hoy la violencia política en el Wallmapu y gran parte de la violencia política tiene relación con la necesidad que tienen los poderosos de adueñarse de los bienes comunes o recursos estratégicos y que el pueblo debe recuperar el tejido social y romper con las ideas impuestas por el neoliberalismo.

Después de las exposiciones se realizó una ronda de preguntas y palabras. Varios de las personas que intervinieron plantearon la necesidad de discutir cómo reconstruir el tejido social y cómo llevar ese tipo de discusiones a los barrios y a la población en general. Uno de los temas en debate también fueron los niños, niñas e inmigrantes, que sufren enormemente con la violación a sus derechos humanos.

La intervención final fue realizada por nuestra compañera María Rivera, que planteó la necesidad de los luchadores y luchadoras de unificar sus luchas bajo un programa que pueda recuperar lo que las grandes familias han saqueado al pueblo, como el cobre, y conducir la clase trabajadora hacia la toma del poder. Defendió que solo con una revolución será posible acabar de una vez por todas con los problemas creados por el capitalismo. Destacó que en la Convención Constitucional hizo una propuesta de disolver todos los poderes del Estado capitalista y reemplazarlos por una Asamblea Plurinacional de las y los trabajadores y que el pueblo debe empezar a hacer esa discusión, porque será la única forma de cambiar a fondo nuestra realidad.

Revisa aquí la actividad completa.

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