Con fecha 19 de julio en Paragua se firmó un contrato colectivo entre sindicato SINTRASAR CHILE Y la empresa TREVI CHILE , en favor de los trabajadores que montan los pilotes en el canal de Chacao que unirá la isla grande de Chiloé y el continente en 5 años más para el puente colgante más grande de Sur América.
Las condiciones salariales mejoraron entre un 20% y 40% dependiendo de las especialidades, se establecieron mejoras sociales como contratos indefinidos, en un rubro en el cual la tendencia es a mayor precarización para una mayor ganancia del capital.
Este logro no fue de un sindicato o algún dirigente, si no de una asamblea empoderada que en parte mira como ejemplo el gobierno obrero conquistado en Rusia en 1917.
La alegría de los obreros de alcanzar este acuerdo es momentánea, pues es cierto que es solo un paso embrionario para el objetivo o lucha final, que es el control y la administración de lo producido.
En todos los procesos sindicales que el Sindicato Sintrasar ha desarrollado, siempre aprendemos algo al calor de la lucha, en este caso nunca hay que abandonar la lucha o negar el derecho a la huelga efectiva, nunca bajar las defensas, ser incrédulo o creer que empresarios burgueses con sus promesas y persuasión psicológica serán nuestros amigos, sería un error. Cualquier dirigente que tenga esto claro y se sostenga en base a su asamblea logrará dar una lucha consecuente.
En esta negociación muchas veces nos prometieron que nos darían el 90 % de lo que pedíamos, pero pasaba el tiempo y no firmamos el convenio en los últimos dos días de los plazos para votar la huelga, ya que nos dijeron que no había presupuesto, pero eso no nos golpeó, pues estábamos preparados para iniciar una huelga dentro y fuera de la obra. Frente a ese clima, la empresa tuvo que ceder y los trabajadores conseguimos nuestras conquistas.
Esto es el comienzo, ahora hay que defender lo ganado y seguir avanzando, creando conciencia de clase y revolucionaria, seguir llevando el sustento a nuestras familias, cuidándonos unos con otros, que el indómito canal de chacao no nos arrebate a uno de los nuestros.
