En el contexto de la revolución abierta el 18 de octubre del año pasado, con una irrupción violenta de las masas en las calles, que sostuvo fuertes jornadas de protestas y enfrentamientos con las fuerzas policiales, manifestaban a nivel nacional, demandas históricas como una educación y salud gratuita, pensiones, viviendas y salarios dignos, pero también una fuerte crítica al sistema en su conjunto, a la corrupción, a la institucionalidad política, judicial y legislativa.
La represión fue una constante en cada manifestación desde el 18 de octubre, sabemos que no son accidentes, ni excesos del orden público, ya que no solo existía una guerra con lacrimógenas infernales, agua tóxica, lluvia de perdigones por toneladas, golpizas ,lumazos, palos, piquetes de Fuerzas Especiales con carros blindados, impidiendo la protesta con una primera línea con resistencia heroica, donde participaban sectores obreros, trabajadores, cesantes, estudiantes, profesionales, antifascistas, pobladores, mujeres, diversidad sexual, con palos, piedras y escudos artesanales defendiéndose, incluso cada de cada detención en la “zona cero”, de Plaza Dignidad, una autodefensa frente a la violencia policial.
El día 6 de marzo de este año Cristian Valdebenito o “El Conejo” como le decían, fue uno de los cientos que resistía heroicamente en primera línea, enfrentando la represión y violencia policial, para defender las protestas desde la “zona cero” y epicentro de combate, en “Plaza Dignidad”.
Hoy se cumplen 8 meses del asesinato a manos de los efectivos policiales, quienes en la intersección de Alameda con Ramón Corvalán el 6 de marzo, en medio de una brutal represión, provocaron su muerte por el impacto en su cabeza de una bomba lacrimógena.
A más de un año del inicio de la revolución, y a pesar que los partidos de los corruptos quieren desviar nuestra lucha a través de un proceso constituyente lleno de trampas, sigue vivo este descontento con el sistema actual y se intensifica cada vez que queda impune otro crimen solamente por luchar, la injusticia a un obrero de la construcción, de 3 hijos, oriundo de la comuna de la Florida, sector Villa O`Higgins, pero que residió últimamente en el sector de Bajos de Mena en Puente Alto. “El Conejo” era un luchador de la primera línea, aguerrido y combatiente de la clase trabajadora, su lucha no solo fue solo en esas jornadas del 18 octubre, sino devenía de la década de los 80, fue un acérrimo opositor de la dictadura de Pinochet en los sectores populares.
Su familia hace un llamado a que su muerte no quede en el olvido, a que se haga justicia y que los criminales paguen con cárcel. Sabemos que Cristian Valdebenito seguirá presente en cada protesta, en cada huelga, en cada barricada, en cada cacerolazo, su imagen alentará seguir dando esta batalla que será ejemplo de lucha para las generaciones.
A la muerte de “El Conejo” se le suman decenas más, Daniela “La mimo” Carrasco, José Uribe Antipani, Yoshua Osorio Arias (Kayser), Kevin Gómez Morgado, Manuel Rebolledo, Ariel Moreno, Romario Veloz Cortez, Alex Núñez, Mauricio Fredes, Jorge Mora, Aníbal Villarroel, y muchos más que suman alrededor de 50.
Todos estos casos demuestran que el Gobierno genocida de Sebastián Piñera tiene las manos manchadas con sangre, demuestran que ha sido cómplice de miles de casos de violaciones brutales a los derechos humanos, miles de presos por luchar, cientos de mutilaciones, más de 50 asesinatos a la población por ejercer su derecho a protesta.
Debemos seguir en las calles, no podemos permitir que estos crímenes queden en la impunidad, exigimos que se vayan y que paguen con cárcel todos los responsables de los asesinatos y las violaciones a los derechos humanos, hacia Cristian Valdebenito, y todos lo mártires de la revolución desde el 18 de octubre. Que se vayan y que paguen con cárcel los responsables de las Fuerzas Represivas de Chile, el General Rozas y el gobierno cómplice y criminal encabezado por Piñera.