El último 3 de abril se realizó el segundo “Paro Nacional Activo” promovido por la CUT durante el gobierno de Gabriel Boric. El primero se había realizado en abril de 2024. Desde el MIT publicamos una posición sobre este paro hace algunos días.1 En esta nota queremos poner algunos elementos de balance de esa jornada de movilizaciones.

Un paro del sector público

El 3 de abril se caracterizó principalmente por la paralización de sectores de los funcionarios públicos y algunas movilizaciones importantes en distintas ciudades. En Santiago se realizó una marcha que salió de la sede de la ANEF (Los Héroes, Alameda) hasta el GAM. La marcha fue más imponente que la de 2024. Estaban presentes trabajadores de la salud, de jardines infantiles, profesores, trabajadores de ministerios y otras instituciones gubernamentales. También estaban presentes algunas columnas de trabajadores del sector privado, como los socios de la Confederación Bancaria Conaban o del Sindicato del Metro de Santiago. El sector privado, sin embargo, era una ínfima minoría. También hubo paralizaciones y manifestaciones en otras ciudades. La CUT, en su nota de balance, habla de más de 100 mil trabajadores movilizados en todo el país. Creemos que ese número es una exageración. En Santiago, donde se realizó la mayor marcha, la cantidad de manifestantes no pasaba de 20 mil (hay que considerar que en algunas comunas también hubo manifestaciones locales, como es el caso de los trabajadores de la Corporación Municipal de Puente Alto, que se quedaron en la comuna).

Así, el paro de la CUT expresó principalmente el descontento que existe entre los trabajadores del sector público en contra del gobierno de Boric. La política de ajuste fiscal de Mario Marcel en Hacienda ha llevado a la precarización laboral en múltiples servicios públicos. Las críticas al gobierno estaban presentes en los miles de carteles repartidos por las marchas, con demandas sectoriales que van desde aumento de sueldos a mejores condiciones laborales. Ese descontento también se ha expresado en distintas luchas y movilizaciones en los últimos años. El sector público ha sido la vanguardia de las luchas contra la precariedad de sus condiciones de trabajo.

La dirección política de la CUT es un obstáculo para obtener conquistas

Si bien hubo una importante participación del sector público en el Paro, no hay motivos para celebrar. Esto porque la dirección de la CUT, dirigida por el PS y el PC, es un enorme obstáculo para que esta lucha tenga continuidad. Esto por varios motivos:

1.- El pliego de demandas planteado por la dirección de la CUT es equivocado y limitado. En primer lugar, en su primera convocatoria, el Paro tenía como uno de sus ejes el emplazamiento a la derecha para que aprobara la reforma de pensiones del gobierno (aunque criticaba el sistema privado de pensiones). Ese “eje” era claramente contra los trabajadores, ya que la reforma de pensiones del gobierno fue un regalo a las AFPs y no una reforma pro-trabajador.

Después de la aprobación de la reforma, los dirigentes de la CUT pasaron a priorizar otros ejes, como la negociación ramal y el “salario mínimo vital”. En relación a la negociación ramal2, esta es una demanda histórica de los trabajadores que la CUT hasta hoy ha sido incapaz de conquistarla. Esto porque su estrategia siempre ha sido negociar con los gobiernos de la Concertación y la izquierda “progresista” a puerta cerradas en vez de construir un plan de luchas desde abajo que permita a los trabajadores “arrancar” esa conquista. Por ello, todos los gobiernos de “izquierda” prometen que aprobarán la negociación ramal y después terminan sin ningún avance.

En relación al llamado “salario mínimo vital”, esta se trata de una nueva “invención” de la CUT, totalmente insuficiente frente a la realidad de los trabajadores en el país. El nuevo concepto de la CUT de salario mínimo vital -que según la CUT debería ser de 725 mil pesos- es planteado como lo mínimo necesario para que una familia de 4 personas viva con dignidad. Nos preguntamos: ¿qué familia de 4 personas puede vivir dignamente con ese ingreso, donde solo los gastos básicos como arriendo, transporte y cuentas sobrepasan los 500 mil pesos? Para una familia de 4 personas, como mínimo, cada adulto debería ganar más de 700 mil pesos. En el pliego de demandas que planteamos desde el MIT, defendemos un sueldo mínimo de 700 mil pesos con reajuste automático según la inflación, considerando que ello sería incluso insuficiente en la situación actual.

Además de esas dos consignas, que se transformaron en el eje del Paro, la CUT plantea una serie de otras demandas en su pliego3 (aunque casi no las mencione ni haga nada concreto para obtenerlas) que no responden a fondo a las necesidades de la clase trabajadora. En relación a la salud pública, por ejemplo, uno de los sectores más precarizados y golpeados en los últimos años, la demanda de la CUT se reduce a plantear el “fin a las listas de espera y fortalecimiento del sistema sanitario”. Ninguna palabra en relación al salvataje que realizó su gobierno a las Isapres, ninguna palabra sobre de dónde deben salir los recursos para invertir en salud, nada. En un país cuya principal riqueza es el cobre, no se menciona la necesidad de nacionalizarlo para financiar vivienda, salud y educación, una demanda que siempre estuvo presente en el movimiento de los trabajadores desde inicios del siglo XX.

2.- No hay participación de los sectores estratégicos ni construcción por la base. La dirección de la CUT no mueve un dedo para que los sectores estratégicos de la economía participen de sus “Paros Activos” y tampoco construye sus movilizaciones desde las bases. Llama la atención la ausencia de los sectores más importantes de la economía, como mineros, portuarios, trabajadores agrícolas, del sector de transportes, energía, etc. El actual secretario general de la CUT, Eric Campos -militante comunista-, es presidente del Sindicato del Metro de Santiago. Sin embargo, el “Paro Activo” simplemente no se realizó en el metro. ¿Qué explicación da la CUT para ello? ¿Un paro que viene siendo convocado hace 4 meses no logra movilizar a las bases del sindicato del secretario general de la Central?

Otro grave problema de los paros de la CUT es que no son construidos por abajo. En general no hay asambleas de base, no se discuten los pliegos ni la continuidad de la lucha. Todo es construido “desde arriba” por las dirigencias sindicales.

3.- No hay continuidad para las movilizaciones. No existe un plan de luchas y movilización que permita fortalecer al movimiento de los trabajadores y asestar golpes reales al gobierno y a los patrones. Así, los paros de la CUT terminan siendo testimoniales y no tienen mayores efectos para obtener conquistas para la clase trabajadora.

Los reales objetivos de la burocracia de la CUT.

Toda esa “falta de preparación” no es casual. La burocracia de la Central, que pertenece a los partidos oficialistas, no tiene como objetivo defender las demandas de la clase trabajadora, buscando un camino para arrancar esas conquistas al gobierno y al empresariado. Sus objetivos reales son: 1) demostrar que todavía tienen “base social” para negociar con el gobierno y el empresariado algunas migajas que estos puedan soltar -siempre insuficientes para los trabajadores-; 2) descomprimir el gran descontento social que existe en sus bases; 3) construir figuras públicas que puedan transformarse en futuros candidatos a cargos en la democracia burguesa; 4) utilizar el prestigio de sus dirigentes para buscar votos para los candidatos oficialistas. Eric Campos, por ejemplo, ha salido en todos los canales de televisión al lado de la precandidata presidencial del Partido Comunista, Jeannette Jara.

Por todo ello decimos que el sindicalismo promovido por los partidos oficialistas es un sindicalismo de conciliación de clases, que busca “conciliar” los intereses de los trabajadores con los intereses de los patrones. Este modelo de sindicalismo, en los últimos 30 años, ha sido nefasto para los trabajadores y sólo ha generado beneficios para el gran empresariado, que sigue profundizando el saqueo del país.

Una posición sectaria frente a las bases de la CUT

Frente al rol traidor y pro-empresarial de la dirección de la CUT, algunas organizaciones han llegado a la conclusión de que no es necesario participar de sus convocatorias ni disputar sus espacios. Esa posición ha sido defendida en la última década por los sectores que construyen el 1° de Mayo alternativo, por organizaciones de ultraizquierda y también por partidos como el PTR, que se dicen revolucionarios.

Sin embargo, las “alternativas” que han surgido a la CUT, hasta ahora, no han tenido ningún rol importante en el movimiento obrero. Si bien en un inicio los 1° de Mayo Alternativos lograron reunir a miles de personas, ninguna nueva “central” o “coordinadora” ha logrado superar a la CUT o a las burocracias tradicionales que están enquistadas en grandes federaciones obreras. Además de eso, incluso las marchas de 1° de Mayo Alternativas se han transformado en guerras innecesarias con la policía, sin ningún objetivo político que apunte hacia la reorganización real y democrática del movimiento obrero en el país. Así, los burócratas han podido mantenerse tranquilos en las direcciones de las principales organizaciones de la clase trabajadora, debido a la incapacidad de los que se dicen revolucionarios de presentar un programa alternativo a los trabajadores y disputar, desde las bases, los sindicatos dirigidos por esos burócratas, lo que muchas veces termina transformándose en un “paralelismo” al crear nuevas organizaciones sin base real. La declaración del PTR4 sobre el Paro de la CUT es una demostración de esa política equivocada y sectaria, confundiendo la política de la dirección burocrática de la CUT -de apoyo al gobierno- con el enorme descontento que hay por abajo. Esa política, que evade la disputa de las bases, es totalmente funcional a los partidos del gobierno, ya que deja a miles de trabajadores sin alternativa.

Distinto de lo que plantea el PTR, nosotros sí fuimos parte del paro convocado por la CUT, repartiendo miles de volantes y discutiendo con los trabajadores el carácter traidor de su dirección y también sobre las medidas necesarias que debemos tomar para obtener conquistas.

Es necesario construir una dirección alternativa para el movimiento obrero

En el mismo sentido de lo dicho anteriormente, desde el MIT creemos que es necesario construir, desde las bases, una alternativa de dirección a la burocracia oficialista de la CUT y de las principales organizaciones obreras del país.Es necesario que la vanguardia de los trabajadores empiece a organizarse, de manera abierta -donde sea posible- o clandestina, para retomar los sindicatos, federaciones y a la CUT de las manos de los burócratas. Para esto es necesario organizar oposiciones sindicales basadas en la democracia obrera y en la independencia frente a patrones y al gobierno, al interior de las principales organizaciones sindicales del país.

Esa alternativa de dirección debe tener como parte de su programa:

1.- Retomar las bases fundacionales de la CUT de 1953. Recuperar la CUT para una política clasista y democrática. Un sindicalismo independiente a los partidos oficialistas que enfrente los “grandes acuerdos” del gobierno y la derecha en favor de las Isapres, las AFP, y las 10 familias más ricas del país.

2.- Elaborar un pliego de demandas que responda a las necesidades inmediatas de las y los trabajadores del sector público y privado. Entre otras demandas: ¡No más despidos! !Fin a la causal de necesidade de la empresa en el Código del Trabajo! ¡Carrera funcionaria y paso a planta en el sector público! Salario mínimo no inferior a 700 mil pesos con reajuste automático a la inflación, etc.

3.- Avanzar hacia una huelga general efectiva por las demandas de la clase trabajadora y contra la política económica del gobierno y la derecha. Impulsar un comité nacional de huelga preparatorio que incluya delegados de los sectores estratégicos de la clase trabajadora, los servicios, el sector público, los comités de vivienda y las organizaciones políticas de izquierda, con asambleas abiertas, y que recorra todo el país para preparar un huelga general efectiva.

4.- Impulsar la democracia obrera desde las bases, con espacios de discusión y organización democrática desde las bases, como asambleas, comités de huelga, seminarios abiertos, etc.

5.- Construir la unidad de los trabajadores. La creación de múltiples sindicatos pequeños o centrales paralelas sólo favorecen a los burócratas y a los patrones. Los sindicatos son organizaciones del conjunto de los trabajadores para la lucha de sus necesidades inmediatas. Las corrientes revolucionarias deben disputar todos los espacios de la clase trabajadora exigiendo la democratización de los sindicatos; confrontando sus posiciones a las de la burocracia sindical de colaboración de clases.

6.- Recuperar las luchas históricas de los trabajadores, como la lucha por la renacionalización del cobre con control obrero, el fin inmediato a las AFPs, un plan de vivienda para el pueblo trabajador, etc.

7.- Apuntar a un camino hacia la toma del poder por la clase trabajadora, el fin del capitalismo y la construcción de una sociedad socialista, ya que ninguna conquista en este sistema permitirá que el pueblo trabajador viva dignamente. Todos los derechos que conquistamos en el capitalismo pueden ser revertidos mañana por los patrones y gobiernos empresariales.

1Ver https://www.vozdelostrabajadores.cl/el-proximo-domingo-todos-a-la-marcha-de-la-bronca-abajo-la-reforma-de-pensiones

2Negociación ramal es el término utilizado para la posibilidad de que sindicatos y federaciones negocien de manera colectiva con el empresariado.

3Ver https://cut.cl/web/2do-paro-nacional-activo-mas-de-100-mil-trabajadores-y-trabajadoras-se-manifestaron-en-todo-el-pais/

4Ver https://www.instagram.com/p/DH_Jg-7C-Il/?img_index=1

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