por Comité Central MIT
Con 210 proyectos en los dos primeros años de gobierno, Boric es el presidente que ha aprobado más leyes en el mismo lapso de tiempo desde el retorno a la democracia. Los “grandes acuerdos” con la derecha incluyen: agenda de seguridad, leyes laborales, agenda pro-crecimiento, fin a “permisología”, etc. El salvataje de permitir el pago de la fraudulenta deuda de las ISAPRES con sus usuarios en hasta 156 cuotas fue el capítulo preliminar de la política de los grandes acuerdos. Ahora llegó la hora del acuerdo en pensiones para prolongar la vida de las odiadas AFPs. ¿Por qué el acuerdo de pensiones tiene el objetivo de salvar la estafa de las AFPs? ¿Qué alternativas existen? Veamos.
Sistema de AFPs en Chile: Un gran negocio especulativo al servicio del imperialismo y las 10 familias más ricas del país
La noche del 15 de enero el gobierno de Gabriel Boric, a través de su Ministra del Trabajo Jeanette Jara (PC), anunció que el gobierno había llegado a un acuerdo legislativo con los senadores de la oposición de derecha (Chile Vamos) para aprobar la reforma a las pensiones, que no es otra cosa que reformar el sistema de AFPs.
El sistema de pensiones en Chile funciona a través de la capitalización individual obligatoria administrada por sociedades privadas de inversión, las AFPs, (Administradoras de Fondos de Pensiones)inaugurado en la dictadura militar, como uno de los pilares del modelo económico. El sistema también presenta la alternativa de las compañías de seguros, otro tipo de institución privada del mercado financiero. Luego de 40 años del sistema de jubilación por AFPs en Chile, surge la primera generación de trabajadoras y trabajadores que ha cotizado íntegramente bajo ese sistema, con resultados nefastos para los jubilados. Así, se abrió en Chile el debate que no se podía ocultar. Los mismos partidos del régimen hablan de la llamada “crisis previsional” y la necesidad de una “reforma”.
En diciembre de 2023, el 50% de los jubilados y jubiladas en Chile que recibieron una pensión de vejez obtuvieron el 75% del salario mínimo (promedio 343 mil pesos). Pero este valor de pensión solo llegaría a menos del 50% del salario mínimo (185 mil pesos) si no se incluyeran los subsidios del Estado a través de la Pensión Garantizada Universal (PGU) o el Aporte Previsional Solidarioi. Todo eso en un país donde el costo de la vida y el consumo básico es altísimo. Según las propias estadísticas del Estado burgués (Ministerio de Desarrollo social) en agosto de 2024 la línea de pobreza en Chile era de $232.255 por persona.ii Esta grave crisis previsional nacional se agrava en el caso de las mujeres, donde el 50% de las 538 mil jubiladas por vejez recibe una pensión inferior a $232 mil ($151 mil si no se incluyeran los subsidios del Estado). De las pensiones que reciben los trabajadores en edad jubilación, sobre el82% es gasto fiscal mediante la denominada Pensión Garantiza Universal (PGU) u otros organismos del Estado. Las AFPs apenas pagan un 18% del gasto general del país en pensiones. A pesar de que, solo el 2023, las AFP, mediante la cotización obligatoria de los trabajadores, recibieron 12 mil millones de dólares y se entregaron pensiones por 3,800 millones de dólares. Los grandes grupos económicos nacionales y las multinacionales, mediante las AFPs, controlan un volumen de capital de casi el 75% del PIB nacional. Las AFP manejan unos US $200.000 millones, equivalentes al 75% del PIB chileno.
Un estudio de la Fundación SOLiii, con datos hasta Febrero de 2019 indicaba que al 28 de febrero de 2019 los fondos de pensiones que administran las AFP alcanzaban el monto de US $212.860 millones de dólares. El destino del 58,4% del total de esos fondos era a empresas registradas como instituciones financieras, principalmente bancarias, que reciben el correspondiente a un 21,1% del total de los fondos de pensiones. Las llamadas Sociedades Anónimas (S.A.) recibían inversiones correspondientes al 14,0%iv. En relación con la inversión nacional, 6 de los mayores grupos económicos del país recibían, en ese entonces (y todo indica que esto sigue igual), la mayoría de las inversiones de las AFPs: Luksic, Said, Yarur, Saieh, Matte y Solari. Por su parte, las multinacionales también se quedan con parte de la torta, para luego invertir en empresas presentes en Chile y en el extranjero. El Banco Santander acumulaba un 48,1% de las inversiones de las AFP en grupos económicos multinacionales de capital extranjero. Por su parte, Enel, empresa multinacional de origen italiano (muy cuestionada por haber dejado a miles de usuarios sin energía el año de 2024), vinculada a los rubros energéticos y gas acumulaba el 19,0% de los activos invertidos en grupos económicos multinacionales mediante las AFP. La lista sigue con otras transnacionales: Grupo Engie, BTG Pactual, etc.
¿ En qué consiste el “acuerdo en pensiones”?
El acuerdo en el Senado destrabó la tramitación legislativa de la reforma de pensiones. En primer lugar, el acuerdo se basa en el incremento de la cotización individual en un 7% adicional, pero de cargo del empleador. De este 7% adicional, un 4,5 % va directo a las AFPs. Un 1,5% de ese 7% adicional será utilizado para dar un préstamo al Estado denominado “Aporte Diferido con Rentabilidad Protegida” (y será reintegrado a las cuentas individuales una vez que el o la trabajadora se jubile). Ese fondo va a servir para maquillar las actuales pensiones de quienes han cotizado durante por lo menos 20 años (o en el caso de las mujeres, 15 años). Luego, otros 1,5 % irán al Fondo de seguro de invalidez y sobrevivenciav. Sin embargo, lo central es el aumento del subsidio estatal a pensiones, denominado Pensión Garantizada Universal, que subirá a 250 mil. Esto es lo que permitirá, en realidad, que aumenten las pensiones, y no todo el dinero que será entregado a las AFPs. El presidente de la Comisión de Trabajo , senador UDI Juan Antonio Coloma, valoró que el acuerdo «haya logrado convenir un aumento de la cotización del 6% de la cotización individual. Nos parece que ese es el eje a nuestro juicio de la reforma más relevante”.
El subsidio estatal para salvar a las AFPs es una política del régimen. El Pilar solidario de Bachelet y la PGU de Piñera.
El “acuerdo de pensiones” del 2025 del Gobierno de Boric, con su ministra Jara del PC y la derecha Piñerista en el Senado es la continuidad de las reformas de Bachelet y Piñera, con el objetivo central del régimen de hacer un salvataje político de las AFPs como pilar del capital financiero del país. Es una política del conjunto del régimen. En la llamada “transición a la democracia”, uno de los pactos realizados entre la Concertación y la derecha, fue la continuidad del modelo económico. Así, las AFPs fueron mantenidas y promovidas por los gobiernos de la Concertación.
Las AFPs habían sido creadas con la promulgación del Decreto Ley 3.500 de 1981 por Pinochet, derogando las antiguas cajas de previsión social por rama de trabajo, dándose paso a Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Para ello, se estableció un ahorro obligatorio mediante descuento salarial a los trabajadores, cuyos fondos de pensiones administran. Las reformas de la ex Concertación y Piñera fortalecieron el sistema mediante el aumento de subsidio estatal en el pago de las pensiones, que las AFPs no garantizaban. Así, en el 2008 , al conocer los primeros resultados de pensiones miserables de trabajadores de décadas de capitalización individual, en el gobierno de Michelle Bachellet se crea el denominado “pilar solidario” para quienes no lograban pensionarse, además de un Aporte Previsional Solidario y un bono por cada hijo, todo a costo del Fisco. Luego, en 2021, durante el gobierno de Piñera, se aumentó el gasto estatal en pensiones, pasando de pilar solidario a una Pensión Garantizada Universal (PGU). El resultado es que en la actualidad el total de recursos que reciben los pensionados de la nación ,el 82% vienen de la PGU u de otros dineros estatales, mientras solamente 18% vienen de las AFPs.1 Estas reformas solo han buscado desviar los cuestionamientos al sistema de AFP, entregando continuidad a la expoliación del salario de las y los trabajadores. Así, la clase trabajadora, a través de los impuestos indirectos como el IVA, termina pagando sus propias pensiones nuevamente, ya que la mayoría de su “ahorro individual” sirve para enriquecer a los grandes empresarios donde son invertidos los fondos de pensiones.
¡Abajo la reforma previsional! ¡Por un paro nacional indefinido hasta que el gobierno retire el proyecto!
El sistema actual, que confisca hasta el 13% del salario, constituye un efecto de permanente cuestionamientos a uno de los pilares del llamado “Modelo Chileno”. El crecimiento de jubilados que deben asumir trabajos precarios e informales debido a que la pensión entregada no garantiza el costo vital es cada vez mayor. En ese marco irrumpió con fuerza en el país, en el 2016, el movimiento de trabajadores “NO + AFP”, que promovió jornadas de miles en las calles, culminando con el gran paro nacional del 04 de noviembre del 2016, que denunciaba el sistema de ahorro obligatorio. Las luchas contra las AFPs anticipaban las grandes movilizaciones y la indignación de los trabajadores que, junto a otras demandas y luchas, desembocaron en el octubre chileno del 2019. El actual Gobierno de Gabriel Boric, junto al Partido Comunista, en la misma senda de la ex Concertación, consolida reformas engañosas, que buscan desviar las movilizaciones y dar larga vida al “modelo de Pinochet”, sobre el cual hicieron promesas de cambiovi.
Así, el actual acuerdo de pensiones está generando descontento en sectores que al comienzo del gobierno tenían expectativas de importantes reformas. La realidad del gobierno ha echado por la borda esas expectativas. Boric ha puesto suma urgencia a la tramitación legislativa para que la reforma sea aprobada en un mes estival, febrero. Teme que en el mes de marzo, en la medida que la reforma adopte más conocimiento popular, aumente el malestar. El carácter del acuerdo incluso obligó a la principal central sindical del país, la CUT, conducida por dirigentes sindicales de los partidos de gobierno (PS-PC), a posar llamando un paro nacional para el próximo 3 de abril. Sin embargo, en su convocatoria afirman “Reconocemos que la propuesta de reforma previsional presentada por el Gobierno contiene aspectos positivos, como un posible aumento en las pensiones, el fortalecimiento del pilar solidario y mayores aportes al sistema […]. Sin embargo, esta propuesta confirma el rotundo fracaso del modelo de AFP, que durante décadas ha demostrado ser incapaz de garantizar pensiones dignas”. Es la tradicional política del oficialista Partido Comunista de Chile, que con sus Ministros de Trabajo, Educación y vocería de gobierno, es el principal defensor y sostenedor del gobierno en las movilizaciones y sindicatos (posición ratificada en su XXVII Congreso), incluida la supuesta “oposición” de Daniel Jadue. Para la conducción sindical PS-PC, los paros nacionales no tienen continuidad y plan de lucha desde las bases, sino que son meras demostraciones de fuerza para rápidamente pasar a los salones de colaboración con los partidos burgueses, dando apoyo a la política de acuerdos en el Parlamento. Por su parte, el movimiento No + AFP, con la conducción del sindicalista Luis Mesina, dio por cerradas sus iniciales expectativas en el gobierno Boric-PC y ha llamado de forma más clara a rechazar el acuerdo, convocando a una movilización para un día domingo, el próximo 30 de marzo. Desde el Movimiento Internacional de Trabajadores nos hacemos parte de todas las iniciativas de lucha que apunten a la movilización social y rechazo del acuerdo de pensiones. Sin embargo, el anuncio de suma urgencia del gobierno y sus intensiones de aprobar en febrero la reforma obligan a que las bases sindicales de la CUT, de los sindicatos mineros, Unión Portuaria y demás sindicatos y federaciones, exijan de sus direcciones que realicen asambleas urgentes para discutir una fecha unitaria inmediata para un paro nacional con jornada nacional de protesta contra el acuerdo de pensiones hasta que el gobierno retire el proyecto. La Coordinadora No+AFP, para lograr su objetivo de frenar la reforma debe impulsar esta política realizando convocatorias amplias a reactivar asambleas comunales que preparen un plan de lucha inmediato.
Por el fin de las AFP. Por un sistema de pensiones financiado 100% por tributos permanentes a las grandes fortunas del país y grandes empresas, administrado por la clase trabajadora.
Desde el 2016, la crisis previsional ha generado movilizaciones de millones en las calles. En la revolución abierta en octubre de 2019, la necesidad de poner fin a las AFPs fue una, entre otras, de las demandas centrales.
El primer proceso constituyente, conquistado por las movilizaciones sociales, en su propuesta de Nueva Constitución, no tocaba la gran propiedad de las AFPs que saquean el país y el imperialismo, a pesar de proponer la creación de un “sistema público de pensiones”, que debería ser creado por este Congreso, proempresarial y corrupto, que hoy fortalece las AFPs. El rechazo a la nueva Constitución dejó incluso esa propuesta (que no solucionaría el problema) fuera de discusión en las instituciones burguesas del país.
En 2025, la discusión de la “crisis previsional” sigue. La situación previsional de los trabajadores también tiene relación con sus sueldos. Un 50% de los trabajadores y trabajadoras en Chile gana menos de $583 mil y 2 de cada 3 trabajadores y trabajadoras recibe menos de $780.000 liquidos. Solo el 22,4% gana mas de $1.000.000 líquidos.vii
Con esos sueldos miserables, los trabajadores aún somos obligados a cotizar un 10% a las AFPs. Poner fin ahora a la cotización obligatoria del trabajadora puede ser una demanda que implica el aumento inmediato del salario en un 10%, que hoy va a parar a las AFPs. Si a esto sumamos las comisiones de las AFPs, este monto puede llegar a un 13% de descuento del sueldo.. La realidad salarial en Chile es expresión de un país con una economía semicolonial, integrada al mercado mundial, exportadora de materias primas y saqueado por las grandes transnacionales y las 10 familias más ricas de Chile.
En la tradición de la lucha revolucionaria, la lucha por un sistema de pensiones y de seguro obrero era una lucha de la clase trabajadora de las más relevantes, pero estaba basada en imponer un tributo a las fortunas capitalistas y rechazar las medidas de ahorro forzoso al salario, un verdadero impuesto al trabajo. El ahorro forzoso es una confiscación del salario al trabajador. La cotización obligatoria es una confiscación salarial. Por eso los revolucionarios estamos por un sistema de seguro social 100% financiado de impuestos a las grandes fortunas y empresas, como parte de la lucha general de la clase trabajadora contra el sistema capitalista.
Esta tradición revolucionaria puede ser vista en la historia del movimiento obrero chileno. El dirigente socialista Luis Emilio Recabarren en 1903, en la provincia de Tarapacá, alertaba contra leyes de ahorro forzoso contra los trabajadores salitreros para la creación de fondos al servicios de los capitalistas: (…) el intendente de Tarapacá pretende implantar el ahorro forzoso para los trabajadores del salitre, obligándolos a ahorrar el uno y medio por ciento de su sueldo mensual. Debido a este orden de ideas, se constituirá en Tarapacá una caja de ahorros cuyo sostenimiento -se dice- sería costeado con dinero fiscal. (…) ¿Este dinero permanecería guardado o dándole giro provechoso para los mismos imponentes? No. No se podría dar un giro reglamentado por cuanto el dinero debería estar a disposición del erogante una vez vencidos los plazos del ahorro forzoso. Entonces ese dinero acumulado sería una tentación para los ricos; se harían empréstitos entre ellos y lo harían girar en su beneficio. No está, pues, garantido ese dinero en manos de los ricos. Esta es otra razón fundada y poderosa para combatir el proyecto del ahorro forzoso. (Diario El Trabajo, Tocopilla,1903.)
A nivel internacional, el programa del partido bolchevique de Rusia de Lenin y Trotsky, que encabezó la primera revolución obrera y socialista triunfante en octubre del 1917, establecía la centralidad de las demandas de seguros obreros financiados por impuestos a los capitalistas y no disminuyendo el salario: “Seguro estatal para los trabajadores contra la vejez y la pérdida completa o parcial de la capacidad laboral, financiada por un fondo especial constituido por un impuesto sobre los capitalistas “ (Programa del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, adoptado por el II Congreso del Partido).
Luego en 1917, en la reformas del programa del partido bolchevique, se agrega la necesidad de ampliar el seguro obrero y a su vez, señala tajantemente, que la administración de los fondos no debe tener la participación de patrones, es decir, se proponía la administración total de los asegurados, los trabajadores. Señalaba:
“Seguro social integral de los obreros:
a) para toda clase de trabajo asalariado;
b) para todas las formas de incapacidad, ya sea enfermedad, accidente, invalidez, vejez, enfermedades profesionales, maternidad, viudez, orfandad y también desocupación, etcétera.
c) administración total por los asegurados de todas las instituciones de seguro;
d) los gastos del seguro por cuenta de los capitalistas;
e) asistencia médica y medicamentos gratuitos bajo el control de sociedades de asistencia médica autónomas, la dirección de estos organismos será elegida por los obreros.”
La Coordinadora No+AFP, que si bien ha impulsado importantes movilizaciones, tiene en su propuesta técnica un límite al mantener la ilusión de un financiamiento “tripartito” (empleador, trabajadores y Estado) y el control mixto de un fondo “autónomo” previsional . En su propuesta, el financiamiento seguirá en manos de los trabajadores con su cotización obligatoria y sin que estos administren el futuro fondo. En la Propuesta Técnica la Coordinadora Nacional de trabajadores NO+AFP, 2016, p.22: “es un nuevo sistema, de reparto, solidario y con financiamiento tripartito de trabajadores, empresas y Estado, que reemplazará el sistema de capitalización individual de las AFP, y contempla un periodo de transición. Los sistemas de reparto son sistemas de previsión social basados en la solidaridad entre generaciones, se trata del traspaso de parte de la riqueza actual que los pensionados contribuyeron a crear, desde las presentes generaciones activas a los pasivos, con el objeto básico de mantener continuidad del poder adquisitivo del pensionado, respecto a su situación cuando era trabajador activo, con pensiones definidas en relación con los años de cotización y las remuneraciones que el trabajador cotizante tenía en su vida activa.”
Sobrela administración del sistema, plantea: “Proponemos la conformación de una institución administradora de derecho público de la Seguridad y Previsión Social, autónoma de otras instituciones del Estado y del gobierno de turno, sin fines de lucro, con individualidad jurídica, financiera, contable y administrativa.”
Desde el MIT defendemos una serie de medidas para poner fin al sistema de AFPs, medidas que solo serán conquistadas con movilizaciones de masas, impulsadas desde los sindicatos, pobladores, juventud, etc.
1) Las AFPs han tenido utilidades multimillonarias entregando pensiones inferior al salario vital. Así, en primer lugar, estamos por el derecho de los cotizantes al retiro del 100% de sus fondos si así lo eligiera.
2) Detener inmediatamente la cotización obligatoria del 10% del salario y sus comisiones. Ni un peso más a las AFPs.
3) Tercero realizar la nacionalización de los fondos actuales en manos de las AFPs, que suman casi 200.000 millones de dólares, sin ninguna clase de indemnización.
4) Crear un sistema de pensiones mediante un fondo financiado 100% por tributos permanentes a las grandes fortunas y empresas.
5) La administración de este nuevo sistema debe ser realizada por un directorio elegido por la clase trabajadora en edad laboral y jubilados, para garantizar el pago de pensiones de acuerdo con el costo de la vida. Naturalmente un programa de esta naturaleza entraría en directa contradicción a los intereses de las 10 grandes familias más ricas del país y los fondos imperialistas, quienes harán todo lo posible para evitarlo. Por tanto, la clase trabajadora debe prepararse, sin ilusión, para una gran lucha por esta demandas y la preparación de la lucha por el poder político, a través de una verdadera revolución social, que pueda poner el conjunto de las grandes empresas del país en manos de la clase trabajadora y planificar la economía en el sentido de solucionar los problemas de nuestra clase e impedir la destrucción de la naturaleza por los capitalistas. Para esto, la clase trabajadores necesitan un partido revolucionario e internacional. El MIT es parte de esta pelea en Chile y el mundo.
1https://www.cnnchile.com/opinion/columna-maria-jose-azocar-sistema-previsional_20230518/
i https://fundacionsol.cl/blog/estudios-2/post/pensiones-bajo-el-minimo-2024-7496
iihttps://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/nueva-serie-cba-2024
iiihttps://fundacionsol.cl/cl_luzit_herramientas/static/wp-content/uploads/2019/07/TEXG-4.pdf
ivhttps://www.vozdelostrabajadores.cl/que-hay-detras-del-debate-sobre-los-retiros-y-la-inexpropiabilidad-de-los-fondos-de-las-afps-campana-con-mi-plata-no
vhttps://previsionsocial.gob.cl/gobierno-ingresa-indicaciones-a-la-reforma-previsional-y-comision-de-trabajo-del-senado-aprueba-su-idea-de-legislar/
vihttps://www.vozdelostrabajadores.cl/tres-anos-de-gobierno-de-gabriel-boric-cual-es-el-balance
vii https://fundacionsol.cl/blog/estudios-2/post/los-verdaderos-sueldos-de-chile-2024-7530