Alrededor de 66 obreros sindicalizados llevan 30 días en la huelga legal de Agrospec ubicada en el cordón Cerrillos, Santiago. Agrospec es una industria agroquímica nacional pero los dueños son de origen alemán (Zwanzger). La empresa acaba de hacer un contrato con UPL, una multinacional de intercambio de productos agroquímicos que tiene acceso al 95% del mercado del rubro según indican en su página web. Si bien la empresa Agrospec es nacional, los dueños tienen empresas en Argentina y en unos pocos otros países.

Los Zwanzger tienen propiedades en el campo de los limones en el sur. En 2019 por Agrospec tuvieron 3 mil millones de pesos en ganancias, en 2020 1000 millones de pesos.

A los obreros los hacen trabajar con contaminantes sin capacitación, productos altamente tóxicos.  Durante la pandemia, varios obreros se han contagiado y uno de ellos, Patricio Lucero, falleció por COVID, pero todos saben que los contaminantes lo hicieron una persona factor de riesgo. Durante la pandemia trabajaron más algunos obreros, ya que muchos se fueron con licencia por covid, hasta 12 horas diarias trabajaron, y no les pagaron las horas extras, a una obrera incluso le dijeron que quedó debiendo horas a la empresa.

Hace 8 años en Agrospec se trabaja con Paraquat, un herbicida muy tóxico para la salud, prohibido en más de 40 países, la exposición crónica está vinculada a problemas sobre el sistema respiratorio como fibrosis pulmonar, problemas reproductivos y el aumento del riesgo de contraer el mal de Parkinson, y no existe ningún antídoto para contrarrestar los efectos. Otro tóxico usado en la empresa es el Glifosato, vendido con el nombre de Glifospec. En el 2015, la Organización Mundial de la Salud lo clasificó como “probable cancerígeno”,  y el año pasado, la propia Agencia de Protección Ambiental de EE UU reconoció que puede dañar o matar a más del 90% de las especies en peligro de extinción. El Glifosato se importa con el beneplácito de tratados de libre comercio, como el Acuerdo de libre comercio entre Brasil y Chile efectuado el 2020, en el cual se resuelve que Chile le comprará este agrotóxico a Brasil. Esta última información es una constatación de cómo los tratados de libre comercio (TLC) afectan hasta a la salud de los obreros y deja más claro por qué es importante que en la Convención Constituyente que viene se eche abajo esa normativa que prohíbe tocar los TLCs, si no se pueden tocar los TLCs -dentro de otras cosas- no habrán cambios reales.

Lo anterior se combina con bajos sueldos (330 mil pesos y que en algunos casos con bonos llegan a 450 mil pesos) y al uso de la opresión para sobre explotar: hay una alta mano de obra haitiana y de mujeres, a los haitianos les hacen realizar la pega que nadie quiere hacer por los riesgos que implican.

Pero además, los dueños de Agrospec son abiertamente unos verdaderos delincuentes: durante 6 meses les descontaron cotizaciones que nunca entregaron a las AFP, Fonasa ni a la Caja de Compensación, fueron los trabajadores los que descubrieron el robo y frenaron la situación. Y como información extraoficial, nos comentaron que el cobre que trabajan es robado (incluso nos pidió averiguar)

La situación de la huelga: ¡es urgente rodearla de solidaridad!

Los obreros han realizado bajo ese sindicado 4 huelgas, a lo más duraban 2 semanas y tenían pequeñas concesiones -aunque nunca lograron todas sus reivindicaciones-. Esta vez llevan un mes, y la diferencia es que se da en el marco de un proceso revolucionario: la gente ya no aguanta más, no quieren aceptar migajas, en sus palabras han dicho “no tenemos nada que perder”. Sus demandas se centran en aumento de sueldo de 40 mil pesos y bono de término de conflicto de 300 mil pesos (hace poco aumentaron a exigir 500 mil pesos para cubrir el mes perdido de huelga).

Sin embargo, la huelga durante todo este mes ha estado aislada, hace poco los obreros valientemente cortaron durante una mañana Camino Melipilla a ratos, pero si el aislamiento sigue, se puede ir al desgaste.

A lo anterior, se suma que la patronal ya empezó a amenazar con no renovar contratos, con despedir a la gente (la última propuesta que entregó era de aumentar solo en 15 mil pesos el sueldo a 19 personas y garantizar condiciones de retiro con pago de indemnizaciones para las otras 40 personas). Varios obreros están conscientes de la difícil situación y aun así siguen dispuestos a luchar porque no quieren que la patronal les vuelva a doblar la mano.

La única forma de dar alguna garantía de que los obreros le puedan doblar la mano a la patronal es si rodeamos de solidaridad esta huelga, si rompemos con el aislamiento de ella, y si presionamos a los Zwanzger para que cedan ante las peticiones de los trabajadores. Desde el MIT extendemos ese llamado, pero además somos honestos en decir que la única forma de acabar con una sociedad en donde los empresarios para asegurar su lucro contaminan a los obreros incluso llevándolos a la muerte y una sociedad en donde hay sueldos de hambre mientras hay ganancias de miles de millones para empresarios, es si hacemos que esta revolución avance, que la organización obrera y popular se fortalezca, para que a través de la lucha saquemos a Piñera y a todos los gobiernos empresariales y logremos que la clase trabajadora se tome el poder para poder garantizar una vida al servicio de la humanidad, de nuestra clase y no de un puñado de parásitos

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