Por Benjamín Pailahueque

Para empezar pido perdón a mis lamnguen (hermanas) y peñi (hermano) por usar la palabra indio pero también me gustaría explicar esa palabra. Cuando Cristóbal Colón llegó a América pensó que había llegado a la India por eso apodó a América las indias occidentales y de ahí que nos dicen indios a todas las etnias que habitan América. En lo personal no me molesta, ya que me he acostumbrado a esa palabra como por ejemplo las barras bravas del equipo de fútbol colo-colo les gusta cuando les dicen indio, eso es algo que enorgullece ya que en América es único que sus barras están tan ligadas a un pueblo étnico.

Lo segundo yo soy un obrero que vivo en la capital que al igual que todos mis hermanos chilenos hemos sufrido las mismas opresiones, por eso dejo claro que esta guerra no es chileno contra mapuche, es el de los pueblos oprimidos y explotados contra los poderosos, lo único que me diferencia es mi cultura o mi religión mapuche además de portar con mucho orgullo mis apellido araucanos.

Esta declaración la escribo a partir del desalojo ocurrido el 2 de agosto , la toma de la municipalidad de Curacautín por comuneros en apoyo de los presos políticos mapuches, que están presos por una lucha que precede a este Estado chileno. El desalojo fue por parte de grupos fascistas como APRA, que se aprovecha de la ignorancia de los pobladores para hacer estos actos, pero me gustaría mostrar unos hechos porque estos actos racistas en contra del pueblo mapuche no son nada nuevo en la historia.

Primero hay que partir por preguntarse ¿ por qué del río bio-bio hacia el sur está tan marcada la cultura mapuche y del río bio-bio hacia norte no? La respuesta es porque del río Bío-bío hacia el norte hay 500 años de colonización y del río bio-bio hacia el sur hay sólo 137 años de colonización chilena. Para explicar esto hay que remontarse al año 1641 en el pacto de Quilín, donde los mapuches y españoles pactaron la paz y así los españoles “reconocieron” a nuestra nación mapuche (dato, el único pueblo que resistió y venció al imperio español fue el pueblo mapuche) todos esto fue resultado de la guerra de Arauco, esa guerra que nos hablan en el colegio de grandes toquis (líder militar) como Lautaro, Caupolicán (el toqui que levantó por 5 días un tronco de 200 kilo según la leyenda), Galvarino….etc…Así también lo reconoció formalmente Bernardo O’Higgins en el tratado en marzo de 1819, siendo director supremo del Estado en ese instante, tratándonos de “estado a estado” de “igual a igual”.

Y por último, el tratado de Tapihue en 1825 bajo el gobierno de Ramón Freire, en dicha junta diplomática el estado chileno reconoció la nación mapuche desde el río bio-bio hacia el sur en una firma histórica, que entre sus artículos hablaba de un “auxilio mutuo” en caso de guerra, extradición fugitivo, tránsito libre de viajeros y comerciantes entre otros artículos.

Pero es aquí donde termina todo en 1862, el gobierno de Joaquín Prieto declara la mal llamada “pacificación de la Araucanía” porque de pacifico no tenía nada, no fue un paseo en donde los mapuche le entregaban sus tierras en un tratado de amistad, pues no, eso no fue. Fue una masacre en donde el ejército chileno se agrupaba en frente de las tolderías con armamentos semiautomáticos y automáticos, indicando que, si no firmaban un acuerdo en donde entregaban sus tierras, el estado chileno tenía el derecho de disparar a matar a todo aquel que no quisiera entregarlas, una masacre en donde se les disparaba a las “indias” mayores de 20 para que no pudieran parir un “indio” (extracto sacado del libro la historia secreta mapuche). Esta parte de la historia que no nos cuentan en los colegios y que nunca lo harán porque estoy seguro que si así fuera no existirían los pacos mapuches, ni los milicos mapuches.

Pero sigamos, a cargo de esta operación militar estaba el sanguinario Cornelio Saavedra (héroe de la guerra del pacifico, según la historia chilena) y fundador de Collipulli, misma ciudad en la cual tenía una estatua la que fue derribada el 30/10/2019 por manifestantes en el marco de la revolución de octubre. Cornelio Saavedra junto con sus colaboradores -entre otros Hernán trizano fundador del cuerpo de gendarmería de las colonias que tiempo después se convirtió en el cuerpo de carabineros-, violando todos los decretos anteriores invadieron WALLMAPU, la diferencia de esta invasión a las anteriores fue el avance armamentístico, como por ejemplo el rifle Winchester, mismo que exterminó a los samuráis en Japón, a los sioux en EEUU, contra lanza y goleadoras de nuestro pueblo Mapuche. Pero los Mapuche estaban conscientes de esto, sabían que era una guerra que no podían ganar y sin miedo hicieron su última gran rebelión encabezada por el toqui Quilapan. Estaban destinados a la derrota, el progreso de la civilización era imparable.

La matanza termina en 1883, con una reclamación del territorio por parte del estado chileno y el confinamiento de los Mapuche a sectores cordilleranos, porque las grandes extensiones de tierra fértil fueron entregadas a colonos europeos. Así fue como los Mapuche descendientes de grandes guerreros y dueños de basta extensiones de tierras y de ganado fuimos condenados a ser campesinos pobres y todo lo que esto conlleva.

Violencia que nunca ha parado hasta el día de hoy, por ejemplo: Camilo Catrillanca (24 años), Alex Lemun (17 años), Matias Catrileo (23 años) y Jose Mendoza Collio (24 años). La muerte de estos jóvenes muestra el mismo patrón, pero en distintos años, todos eran Mapuche, todos fueron asesinados por los pacos y la peor de todas, todos fueron asesinados por la espalda. ¿Entonces vienen a hablarnos de paz? ¿Por una guerra que nosotros no empezamos?, nos hablan de paz cuando ninguno de los pacos asesinos está en la cárcel, esta es la ignorancia de las que les hablo al principio de este texto, porque nos tratan de terroristas por defender nuestra tierra que demás está decir que según nuestra cosmología y cultura está directamente ligada a la tierra en un equilibrio que debe existir entre el hombre y todos los seres que la habitan. En nuestra memoria solo hay colonización y asesinos por parte del estado chileno (cuidado con los pacos que balean por la espalda).

El ministro del interior Victor Pérez (alcalde de los ángeles en dictadura y amigo del pedófilo Paul Schäfer) hace un llamado al diálogo y a la paz, que hermosa palabra paz, parecido a la pacificación de la Araucanía creo yo. Pero la paz se deriva de la justicia, palabra que le es desconocida incluso para el pueblo chileno. Si quieren paz lo primero que hay que hacer es desmilitarizar la Araucanía, expropiar lo que le pertenece al pueblo mapuche por derecho y cárcel para todos los terroristas del estado que han asesinado con las más impunidad a nuestro weichafes. Pero con este parlamento de los ricos, con este Estado empresarial que reproduce el racismo y es defensor de un sistema capitalista, todo esto se ve muy lejano. Entonces nuestros weichafes han tenido que usar la violencia para defenderse porque saben que todo proceso de descolonización es violento, y el que diga que no está negando la historia, por la fuerza nos encadenaron por la fuerza hay que romper las cadenas .

La pregunta es ¿cuántas muertes más tendrán que ocurrir? no los pudieron someter el imperio español, no pudo el ejército chileno y no pudo el comando jungla. Porfiado y rebelde es el espíritu mapuche.

Y para terminar, nuestro llamado es a combatir el fascismo como el grupo APRA, al comando Hernán Trizano (grupo que amenazaba con acabar el conflicto mediante la extrema violencia usando armas y explosivos) o como también a los llamados junta de vigilancia grupo anti-mapuche o en cualquier forma que se exprese el fascismo y/o racismo, tanto chileno como mapuche. Nuestra lucha es por una vida digna , por la tierra, por el medio ambiente, es la lucha que toda mujer y hombre de la clase trabajadora tiene que librar, porque solo juntos podemos vencer.

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