Por María Rivera |
Recién asumido su segundo período, Sebastián Piñera comenzó a demostrar que su política para frenar las luchas está clara, y cumple las órdenes que dictan el Imperialismo y sus colegas empresarios. A solo unos días de instalarse en La Moneda, pudimos ver al ministro del interior Andrés Chadwick, ordenar una violenta represión en contra de los estudiantes que protestaban en contra del lucro en la educación.
A fines de marzo vimos a las FFEE ingresar al Instituto Nacional a desalojar la toma de los estudiantes, quienes no conforme con lanzar gases lacrimógenos, lanzaban muebles escolares con clara intención de lesionar.
LLEGO LA «DEMOCRACIA», PERO LA REPRESIÓN Y PERSECUSIÓN CONTINUA
Ninguno de estos hechos debiera asombrarnos, contamos con miles de víctimas por violación a los DDHH que fueron presos, torturados, asesinados y desaparecidos en dictadura a manos de funcionarios del estado, que hoy con la complicidad de la Corte suprema, están siendo beneficiados irónicamente para respetar sus DDHH.
Llegó la “democracia” y quedaron instalados los métodos y los agentes que han dado continuidad a la política del enemigo interno. La que se concreta por orden del gobierno a través del Ministro del Interior reprimiendo huelgas, marchas, protestas y movilizaciones no solo con lacrimógenas sino con balas de subametralladoras como en los casos de Rodrigo Cisterna y Nelson Quichillao ambos obreros asesinados en medio de huelgas, Manuel Gutiérrez, Daniel Menco, Claudia López estudiantes asesinados en medio de protestas y Matías Catrileo, Alex Lemún, Jaime Mendoza Collío Mapuches asesinados en procesos legítimos de recuperación de sus tierras, ello sumado al récord de Bachelet con más de mil estudiantes secundarios detenidos en un solo día en su primer gobierno.
PIÑERA AGUDIZA LA REPRESIÓN
Hoy Piñera tiene como favorita la política de seguridad interna, para ello ha enviado a especializarse a un grupo de cuarenta funcionarios del Grupo de Operaciones Especiales GOPE, a la selva de Colombia, ellos serán los “capos” del Comando Jungla. Este equipo que tendrá como tarea intentar terminar con la lucha Mapuche.
Estos especialistas podrán identificar huellas en la vegetación, disparar con alta precisión, manejar satélites, visores nocturnos, miras para fusiles, localizadores y cámaras, todo un arsenal de armas y conocimiento dispuestos a defender la propiedad de los empresarios de las forestales a cualquier costo.
EL ROL DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA
El Sistema de inteligencia del Estado cuenta con a lo menos seis órganos dedicados a esa tarea. En las Fuerzas Armadas operan formalmente, las Direcciones de Inteligencia del Ejército. La Armada y la Fuerza Aérea y la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor.
En Carabineros está la Dirección de Inteligencia y en la Policía de Investigaciones (PDI) la Jefatura Nacional de Inteligencia Policial. Además de todos estos organismos existe la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) creada en el año 2004 y depende del Ministerio del Interior y del presidente de la República. Todos organismos que funcionan con presupuestos millonarios para perseguir ya no a “extremistas” o “subversivos” en dictadura, en democracia formal el concepto impuesto para estos organismos es perseguir “terroristas, anarquistas, encapuchados, mapuches, okupas, estudiantes anti-sistémicos, partidos de izquierda, medios de prensa de izquierda o alternativos”, etc.
El presidente de la República tendrá información de primera mano de las investigaciones por medio del Consejo Asesor de Inteligencia (CAI) organismo que reúne a todos los servicios de Inteligencia los que tienen como tarea principal, impedir las luchas sociales que pongan en peligro la “estabilidad”.
¿CÓMO ENFRENTAMOS ESTAS POLÍTICAS DE REPRESIÓN ESTATAL?
En primer lugar, tener conocimiento que la política represiva sólo podemos enfrentarla con organización y lucha. Debemos rechazar cada una de las medidas de Piñera y los gobiernos para fortalecer la represión.
Nuestras movilizaciones deben ser seriamente planeadas, y debemos inevitablemente organizar la autodefensa. Quien se organiza y lucha por recuperar derechos y cubrir sus necesidades también tiene el derecho de defenderse. La clase trabajadora y los sectores oprimidos podemos enfrentar esta guerra declarada de los gobiernos y empresarios y recuperar lo que nos han arrebatado.