Por Jirafa y Christian Berríos

¿Por qué decimos Fuera Paris? El tejado de vidrio del actual ministro de Salud

La salida de Jaime Mañalich del gabinete el pasado 13 de junio, para colocar a Enrique Paris, solo es el reflejo del cambio de posta de la misma carrera: mantener la administración despiadada de un capitalismo que se preocupa de mantener el lucro de los grandes negocios a costa de la vida de miles de trabajadores. Ejemplos hay de sobra, como en Fruna donde los empresarios para no detener la producción levantaron un jardín clandestino, entregaron salvoconductos falsos, obligan a las madres lactantes a trabajar y todos los trabajadores/as tienen que almorzar de pie y sin elementos de protección personal. Codelco también muestra la necesidad de la producción sobre la vida, donde solo con el contagio de más de 800 mineros la empresa decide parar sus faenas, y así podríamos seguir escribiendo páginas y páginas de ejemplos.

Pero, lamentablemente esa es la realidad, con más de un cuarto de millón de contagios, Chile se acerca al 7º lugar mundial superando a Italia y siendo el país con mayor número de contagios per cápita del mundo, somos top 3 en Latinoamérica en depresión, en suicidios de adultos mayores y top 10 en contagios per cápita por Coronavirus en el mundo. Esto no es por simple error de casualidad ni por “falta de preparación o recursos”, sino que es el resultado de un gobierno genocida, donde Piñera y todos sus ministros, especialmente el de Salud: Mañalich y Paris, y el silencioso ministro de Ciencias: Andrés Couve, tienen la responsabilidad por colocar las ganancias empresariales y de los multimillonarios por sobre la vida del conjunto de la clase trabajadora, que además de matarnos lentamente mantiene a más de 2000 presxs políticxs hacinadxs en las cárceles de Chile.

Los intereses del gobierno son los intereses de los ricos de Chile: Manipulación y mentiras

Sin embargo, Mañalich y Paris no solo responden a los mismos conglomerados económicos, sino además, se encargan de blindar a Piñera y su gobierno manipulando cifras, escondiendo más de 3000 muertes a la población1 y difundiendo un discurso que carga la responsabilidad en la clase trabajadora, un discurso que culpabiliza a lxs pobres como si fuésemos “porfiados”. Pero la realidad es que las y los trabajadores debemos salir a laburar para poder comer, parar la olla y cuidar a nuestras familias. No es casual que Puente Alto sea la comuna con más contagios de la región Metropolitana donde la movilidad solo disminuyó un 20%; o que el bosque y la pintana hayan protagonizado importantes protestas por comida; o que exista en los medios de comunicación alternativos y en las redes sociales miles de denuncias contra las cajas de miseria que el gobierno entrega a la población.

Pero, aunque los medios de comunicación tradicionales quieran maquillas el desastre provocado por la gestión de Piñera, las y los trabajadores no se quedan de brazos cruzados. En el hospital público San José, colapsado hace más de 2 semanas, el ministro Paris fue recibido por un centenar de funcionarios de la salud que se manifestaron bajo la consigna “Hasta que la dignidad se haga costumbre, en la vida y en la muerte”, reclamando contra graves situaciones dentro del hospital como la filtración de agua en las carpas que han instalado para atender a la alta demanda de pacientes afectados por la pandemia. Carpas que estaban pensadas para pacientes ambulatorios, no hospitalizados, porque en palabras de la trabajadora de la salud Gloria Pinto “las carpas son para acampar y no para hospitalizar”.

El gobierno no se preocupará por nosotros y nosotras, acabar con la pandemia del Coronavirus y del gobierno

Pero el Covid-19 no es la única pandemia y las personas contagiadas con VIH lo saben. El pasado viernes 19 de junio la Corte de Apelaciones de Santiago acogió el recurso de protección en contra del Ministerio de Salud presentado por el periodista y activista Víctor Hugo Robles, quien acusó negligencia en la entrega de medicamentos para el VIH2. Ante esto, durante el reporte diario de la jornada del 21 de junio domingo, uno de los periodistas de la audiencia le preguntó al ministro Enrique Paris si desde el gobierno se tomaría el precedente legal obtenido por Robles, para instaurar una política global y entregar a las personas que viven con VIH en el territorio nacional sus tratamientos por este período de tres meses. Pero, aparte de evadir la respuesta, Paris miente, no solo no se están entregando por varios meses la medicación para el tratamiento del VIH, como lo exige ONU SIDA, sino que nosotros hemos reportado la entrega de terapias solo por 15 días.

Ya no podemos esperar nada de las mentiras y manipulaciones de Piñera y su gobierno, los recursos que debiesen ir para fortalecer la salud pública y prevenir las muertes por Coronavirus son destinados a las grandes empresas multinacionales a través de millonarios rescates financieros, donde pueden salvar sus negocios y ganancias a costa del despido y del aparato del Estado empresarial que han administrado tanto la derecha como la “izquierda” tradicional.

Es hora de romper con estos gobiernos y sus instituciones, debemos recuperar lo que históricamente nos han robado, debemos enfrentar la crisis del Coronavirus a través de una planificación del sistema de salud que coloque la vida por delante y no las ganancias empresariales y para eso debemos echar abajo a este gobierno, debemos expropiar las clínicas privadas y pasar todo el sistema de salud a mano de las y los trabajadores, quienes han estado en la primera línea contra el Coronavirus y no en sus palacios de gobierno ni en sus casas del barrio alto, comiendo mousse de pato, pate de jabalí y caviar de salmón.

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