A más de 40 días del inicio de la revolución, Piñera y varias autoridades quieren responder sólo a parte de nuestras demandas, mientras condenan nuestras formas de lucha. Nosotros sabemos que la violencia ha sido desatada por las fuerzas represivas del Estado. Sin una defensa sólida frente a la represión brutal no hubiésemos llegado a este punto de la revolución, en donde hemos obligado a la patronal a que escuche un poco.

Las conquistas han sido gracias a esta revolución, pero aún son insuficientes

Las concesiones del gobierno son como aspirinas: intentan calmarnos sin tocar el verdadero centro de nuestros problemas: los intereses empresariales. Es más, cada oferta se ha hecho con dineros del fisco, es decir de todos los chilenos. Pero además, con sus ofertas pretenden mantener TODO lo que nos han impuesto en estos 30 años.

Estas son las aspirinas disfrazadas de zanahorias:

  • Bono de 50 mil pesos por carga: para familias que reciben un ingreso menor a los $350 mil, sólo por diciembre; es la misma vieja política de Bachelet. El Estado usará 185 millones de dólares, en vez de afectar por la vía tributaria a las grandes fortunas de este país: 35 miles de millones de dólares concentrados en 10 familias que por décadas nos han saqueado.
  • Menos” abusos con el TAG: los aumentos se harían sólo por reajuste del IPC, las multas por atraso en los pagos podrán ser pagadas en plazos más largos, pero nada afectará el negocio de las concesionarias, ninguna autopista será libre, ni aún después de 20 años de robo
  • Ingreso bruto mínimo: fijado en 384 mil pesos, quedando así el sueldo líquido mínimo promedio en 300 mil pesos, lo que significa un aumento de 11 lucas; a pesar de que el sueldo calculado para salir de la pobreza está por sobre los 500 mil. Para peor, el aumento se conseguirá con aporte del Estado, para no tocar las ganancias de los empresarios.

Este es el garrote:

  • Ley Anticapucha y ley Antisaqueos: combinación de leyes que buscan reventar a quienes se organizaron con barricadas para defender la masividad de las protestas frente al ataque de Fuerzas Especiales, para atacar a los manifestantes y no a la llamada delincuencia común, pues aumenta la penalidad solo si estos actos se cometieron en grupos -o respaldados por grupos- y durante una actividad de “alteración del orden público” es decir durante una protesta. Ambas leyes endurecen las condenas. Los diputados del Frente Amplio Boric y Jackson votaron a favor de esta medida, mientras el alcalde de Valparaíso, Sharp, la apoyó bajo el argumento de que “»Va a entregar más herramientas…”. Desde el MIT creemos que los pequeños comerciantes deben resguardarse de los saqueos integrándose a las asambleas territoriales, y en ellas, junto a los miles de trabajadores y pobladores, organizar la autodefensa de poblaciones y locales. No podemos confiar nuestra seguridad a la misma policía que reprime, golpea, viola y mata.
  • Militares devuelta a las calles: la Comisión de Constitución del Senado aprobó la reforma constitucional que permite que las FF.AA. protejan “infraestructura crítica” sin que se decrete estado de excepción. Eso es una verdadera carta blanca para militarizar las calles.
  • Modernización de FFEE: plan de compra de nuevo equipamiento como bombas acústicas, uso de tintura en el chorro del guanaco para así identificar a manifestantes; más gas pimienta; vehículos tácticos; nuevos cartuchos antidisturbios; más entrenamiento para FFEE con la ayuda de policía española y alemana; y más carabineros en las calles. Y todo financiado por nosotros a través del Estado.

Un proceso Constituyente con olor a podrido

La Comisión técnica entregó la propuesta de proceso constituyente que en la práctica recicla el sistema binominal para la elección de delegados favoreciendo a los partidos tradicionales por sobre ciudadanos independientes, representantes de trabajadores, movimientos sociales, de pueblo originarios o de minorías sexuales. Se mantiene la censura de dirigentes sindicales o populares para postularse a delegados, ya que si lo hicieran tendrían que abandonar su rol.

Otra de las groserías de esta propuesta es que busca excluir cualquier posibilidad de destituir o sacar a Piñera, mediante el enunciado de que “en ningún caso, podrá poner término anticipado al período de las autoridades electas”.

Nosotros decimos que estos anuncios son impresentables. Cada ofertón del gobierno, apoyado por los partidos tradicionales, no es otra cosa que un calmante a costa del gasto fiscal, para desmovilizar y conseguir que todo vuelva a ser como antes: la misma explotación, el mismo saqueo y las mismas zonas de sacrificio. Ninguna de nuestras demandas ha sido solucionada. Ningún empresario dejará de lucrar. Ningún juicio se hará para castigar a los responsables de todas las muertes, torturas y mutilaciones que ha sufrido el pueblo luchador. Todas las represalias serán contra quienes iniciaron este proceso y quienes seguimos en las calles, por atentar contra sus instituciones, su democracia que nos explota y masacra.

¡Debemos seguir organizados en las calles para botar a Piñera!

¡A luchar por liberar a los presos políticos que se alzaron contra este orden patronal! ¡Recuperemos lo que nos han saqueado por más de 30 años! ¡Asamblea Constituyente libre y soberana! ¡Por un gobierno obrero y popular conquistado mediante una revolución socialista!

Por un plan de emergencia que incluya:

  • Condonación de las deudas de los trabajadores, la juventud y el Pueblo
  • Fin de las AFPs, expropiación del Fondo de Pensiones bajo de control de los trabajadores, sistema de reparto y solidario, bajo control de los trabajadores
  • Salud, educación y transportes públicos, gratuitos y estatales bajo control de los trabajadores y el pueblo
  • Reducción de la jornada laboral. Aumento del sueldo mínimo a $600.000
  • Fin al TAG. Carreteras libres
  • Las 10 familias capitalistas y estafadoras de los principales grupos económicos chilenos deben devolver todo lo que han robado: plan agresivo de desprivatizaciones.

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