Hoy se cumple un año de tu partida compañero, pero te llevamos con nosotros en cada marcha, en cada lucha, en cada venta de prensa, en cada reunión; es más cada vez que desplegamos el lienzo de nuestra organización recordamos que fuiste tú con tus propias manos quien cosió ese lienzo que ha resistido estoicamente los embates de la represión. Compañero Carter ¡Presente! ¡Ahora y siempre!

En el ya lejano año 1997 subíamos la escala angosta hacia el segundo piso de aquel edificio antiguo y de alto cielo, en la habitación al fondo era la sala del MPS, un local compartido con otros colectivos que se perdieron en el tiempo y que ya ni recuerdo sus siglas, ubicado en la calle Brasil, a pasos de la Alameda. Ahí nos reuníamos ese puñado de compañeras y compañeros tratando de entender la situación de «paz social» que se vivía en el país, es en este local que conocí a Rodolfo, y como no lo iba a recordar si la primera vez que lo veía, nos dio un informe de la situación nacional donde estaba matizado con bromas y chistes que hacían muy divertido escucharlo, así era Rodolfo o Carter como mas tarde alguien lo apodo debido a su paso por correos y el personaje de un programa de tv.

Su mayor habilidad en las actividades militantes era vender la prensa, que pese a tener un carácter muy tranquilo, piola como se dice hoy, tenia el ángel para poder entablar conversaciones con la gente y para finalmente vender un ejemplar.

Sastre de oficio, como parte de la herencia familiar, contaba con una clientela fiel y numerosa que lo mantenía ocupado por la cantidad de encargos de bastas, reparaciones, cambios de cierres y ajustes de pretinas, también el coció banderas y lienzos para el partido, siendo su ultima colaboración el lienzo grande del MIT, que ha estado presente en muchas jornadas de este especial mes que estamos viviendo, en la ya mundialmente famosa plaza de la dignidad.

Rodolfo tu vida no fue fácil, viviste momentos duros durante la dictadura debido a la represión y a la persecución laboral a los dirigentes como lo sufriste en aquella opresiva fabrica de confecciones, pero siempre estuviste en la construcción y reconstruccion del partido, siempre sensibilizado con lo social siendo tus últimos años un dirigente vecinal que compartes tu tiempo en los turnos de la sede con las reuniones del partido cruzando toda la ciudad para militar en Macul o Quilicura.

El fin de las AFPs fue un tema que te apasionaba dando charlas sobre la validez de un sistema de reparto y agitando el fin de este sistema de robo y usura para nuestros jubilados.

Que ironía compañero, que este largo pero a la vez hermoso mes de esta primavera que estamos viviendo y porque no decirlo, disfrutando después de tantos años y vivencias de injusticias y atropellos, nos prive de tu presencia, pero no creo estar errado que las emociones que a raudales han cruzado nuestras vidas y las de millones de chilenos en estas semanas, te pasaron la cuenta a tu debilitado corazón, grande como la esperanza que todos tenemos hoy…….hasta el socialismo Siempre, Rodolfo compañero.

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