Durante el año 2017, en distintas localidades de nuestro país, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se dio a la tarea de presentar el plan estatal llamado “Chile 2030, obras públicas y agua para el desarrollo”. Durante una de estas presentaciones la Directora Nacional de Planeamiento de Obras Públicas, Jocelyn Fernández, reconoció que el multimillonario Plan obedece al mandato del Plan IIRSA – Iniciativa Integración de la Infraestructura Regional Suramericana.
por MIT-Valparaíso

Los proyectos más conocidos de la IIRSA en Chile son:

1.-El Túnel Binacional de Aguas Negras, entre Coquimbo y Paysandú.

2.-El puerto a Gran Escala en Valparaíso, que incluye entre otras obras el conocido Terminal Dos (T2) y que significa la entrega del puerto a empresas trasnacionales.

¿Qué es la IIRSA?

Históricamente, el empresario que le paga a obreros para extraer minerales, madera o produce productos agrícolas siempre ha necesitado caminos para llevar sus productos a los mercados donde se venderán. Mientras más directo y más expedito es el recorrido desde los puntos de extracción a los puntos de venta, menor es el costo de traslado y mayor la ganancia de los empresarios que extraen nuestras materias primas.

Con esta lógica, la infraestructura existente en América comenzó a ser costosa e ineficiente para quienes extraen y venden nuestra riqueza ¿Por qué? Entre otras cosas porque fueron creadas desde un criterio de explotación nacional, para sacar las materias primas de un país por los puertos de ese mismo país. Hoy en la era de la globalización, sacar por ejemplo, un producto brasileño por un puerto chileno hacia los mercados de Asia, requiere un largo trayecto por carreteras no siempre eficientes atravesando a lo menos tres países, con largos trámites aduaneros.

Por otra parte, las tecnologías modernas han detectado nuevas fuentes de extracción de materias primas en lugares donde no existen carreteras adecuadas para llevar maquinaria o para transportar esas riquezas (Amazonas, Nazca, Cordillera de Los Andes, etc), lo mismo sucede con la Infraestructura Energética insuficiente para llevar energía a la gran minería, por lo que se deben crear carreteras eléctricas, nuevos embalses, hidroeléctricas, termoélectricas, etc

Los grandes empresarios mundiales que explotan y saquean las riquezas de países más pobres ven estos límites nacionales como un problema y la necesidad de crear una nueva infraestructura continental como la oportunidad de un nuevo negocio.

El meganegocio que pretende integrar los sistemas de transporte, energía y telecomunicaciones de nuestro continente, para garantizar el tránsito fluido desde la extracción de materias primas a los mercados mundiales es la IIRSA “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana”, más conocida entre los activistas como “Infraestructura para el Robo y Saqueo de América”

Los países sometidos a la IIRSA son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

En pleno proceso de implementación, la infraestructura a construir se proyecta sobre el territorio con la implacable lógica neoliberal de la tierra arrasada. Si para hacer más óptima una carretera esta debe pasar por la selva amazónica, se tala la selva, se erradican los pueblos indígenas, se destruye el medio ambiente, se producen “afortunados” megaincendios, todo en nombre del progreso y la oferta de nuevas fuentes de trabajo.

¿Cómo se financia la infraestructura en nuestros países?

Los empresarios solicitan recursos al Estado, es decir plata de todos los chilenos. El Estado puede financiar directamente o endeudarse con el Banco Interamericano de Desarrollo, es decir endeudarnos a todos los trabajadores para los negocios de los empresarios.

¡Fin al IIRSA! ¡Las platas de los megaproyectos para necesidades de los trabajadores!

El Estado no puede seguir desembolsando platas de todos los trabajadores en los negocios de estos empresarios, necesitamos que esos dineros vayan para nuestras necesidades como salud, educación y vivienda. Debemos prestar toda la solidaridad a las comunidades que se organizan y luchan contra estos proyectos. ¡Fin al IIRSA, estatización de recursos naturales con control de los trabajadores, por una iniciativa obrera de transporte de los recursos que respete las comunidades y medioambiente!

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