El gobierno Piñera ha decretado el estado de Emergencia para toda la Región Metropolitana de Santiago. Esta es la única respuesta que puede dar este gobierno corrupto y empresarial a la enorme rabia que explotó en los últimos días, especialmente ayer, 18 de octubre, en que Santiago vivió un verdadero levantamiento popular.

La gota que rebalsó el vaso ha sido el alza de los pasajes de micros y Metro. Pero sabemos que detrás de la rabia desatada esta última semana, que fue liderada de forma valiente por los estudiantes secundarios de los liceos más castigados por las leyes de este gobierno, estalla el enojo contenido de toda la clase trabajadora, los pobladores y quienes vivimos a diario los abusos patronales.

En décadas de gobiernos que sólo han enriquecido a los empresarios, hemos visto endurecerse nuestras condiciones de vida a niveles que no se habían visto. La cesantía y la explotación cada vez más brutal en los puestos de trabajo. La miseria en los hospitales y escuelas públicas. Los miles que han muerto esperando atención médica. Nuestros viejos condenados al hambre que los lleva a suicidarse. El narcotráfico metido en nuestras poblaciones. La persecución a los mapuche. La contaminación y las zonas de sacrificio. Y como contrapartida, un gobierno encabezado por un ex prófugo de la justicia, la colusión de los empresarios, el saqueo del agua, los fraudes al Fisco por las Fuerzas Armadas, la represión de Carabineros. Ésas son las dos caras de la moneda.

Sin embargo, esa moneda es la misma en todos los países de Latinoamérica. Lo vimos hace pocos días en Ecuador con la valiente huelga encabezada por indígenas y amplios sectores de trabajadores. Ahora estamos tomando ejemplo de ellos.

El gobierno y los medios de comunicación no paran de mostrar la enorme destrucción de los espacios públicos en Santiago. Fueron quemadas 16 estaciones de Metro y el edificio de la transnacional Enel, muchas tiendas saqueadas y hubo choques con Fuerzas Especiales por toda la ciudad.

Las protestas son legítimas

Esto es resultado de la provocación del gobierno Piñera, el que después de atacarnos con alzas de tarifas de transporte y energía, desata la ocupación policial de liceos y estaciones del Metro para reprimir brutalmente a los manifestantes.

Creemos que la violencia empleada ayer por la juventud y los trabajadores es totalmente legítima. Es la expresión de un pueblo agotado. Ya sabemos que las protestas pacíficas no resultan en nada. Millones de trabajadores marchamos contra las AFPs en los últimos años y la única respuesta del gobierno fue proponer una reforma que va a enriquecer aún más a los que hacen negocios con nuestras pensiones.

A unirnos para defendernos

El camino señalado por los secundarios es correcto. Pero no podemos seguir aguantando, cada uno por su lado, sin dar una pelea organizada. Ya los portuarios indican qué camino debemos seguir. Las alzas y la cesantía afectan a todas las regiones, y hay ejemplos de importantes luchas en los últimos años en diferentes zonas del país: Freirina, Aysén, Chiloé, Petorca, Osorno, Valparaíso. Y seguirán sumándose, porque vendrán nuevos ataques patronales. La aprobación por el Parlamento del tratado comercial TPP es uno. La dictación del estado de Emergencia es otro. La derecha más pinochetista como Kast y su partido Republicano y todos los empresarios cierran filas en torno al gobierno Piñera y las Fuerzas Armadas. Entonces, todos los trabajadores y trabajadoras, estudiantes, cesantes y pobladores debemos formar un solo puño, porque sabemos que ningún partido político de “oposición” tomará un lugar junto a nosotros. Ya lo han demostrado con el silencio del Parlamento y las principales dirigencias sindicales tradicionales.

Nuestra primera tarea es la seguridad y autodefensa, contra el estado de Emergencia. El gobierno lo ha decretado no para protegernos sino para dividirnos, propagando el miedo y la inacción. Necesitamos organizar comités de vigilancia y sistemas de alerta en poblaciones, barrios y tomas de terreno. Debemos conversar y discutir la situación en nuestros lugares de trabajo y en cada organización donde estemos. No podemos hacer como que no pasa nada ni difundir el miedo. Debemos emplazar a todo dirigente social, vecinal, estudiantil y sindical a organizar asambleas. Los dirigentes que no estén a la altura deben ser remplazados. La organización y acción unitaria, desde abajo es nuestra mejor defensa. A multiplicar las manifestaciones por todo el país, como ha estado ocurriendo esta mañana en varias ciudades, sumando a más organizaciones y trabajadores.

NUESTRO LLAMADO

Desde el MIT hacemos el llamado más amplio a todos las y los trabajadores, estudiantes, pobladores y cesantes a estar en alerta permanente y a organizar:

  • Asambleas en cada lugar de trabajo, incluso donde no haya sindicatos, aprovechando los horarios de colación y almuerzo.
  • Comités de vigilancia y autodefensa en los barrios, territorios y en los lugares de trabajo. Comités contra la represión en liceos, universidades y centros de formación
  • Declaraciones, a favor de las movilizaciones contra el estado de Emergencia, contra las alzas y el saqueo, contra la flexibilidad laboral; apoyando la evasión organizada en el transporte público de todo el país, caceroleos y convocatorias de los sindicatos que ya han dado señal de unidad: portuarios, trabajadores del Metro y del Transantiago
  • En la capital, organizar solidariamente el transporte de trabajadores y estudiantes para enfrentar el cierre del Metro

¡Fin al Estado de Emergencia! ¡Fuera milicos de las calles! ¡Fuera Chadwick!

¡Llamamos a toda la tropa a no reprimir al pueblo y a desobedecer a las instrucciones de sus oficiales corruptos!

¡Contra el aumento del pasaje! ¡Por la estatización del Transantiago y que el Metro sea controlado por sus trabajadores y los usuarios!

¡Por un sistema nacional de transporte público, estatal y bajo control de sus propios trabajadores!

¡Congelamiento de los precios, no más alzas!

¡Reducción de la jornada laboral sin reducción de sueldo para acabar con la cesantía!

¡Aumento del sueldo mínimo a 500.000!

¡A CONSTRUIR UNA GRAN HUELGA NACIONAL para botar a este gobierno empresarial y corrupto! ¡Hagamos como el pueblo de Ecuador!

Invitamos a todos los trabajadores y trabajadoras, jóvenes y pobladores/as, a construir el Movimiento Internacional de Trabajadores, una organización política a servicio de la organización y lucha de la clase trabajadora para acabar con la explotación capitalista y recuperar nuestras riquezas. Una organización que lucha incansablemente para que los trabajadores realicemos una revolución que termine con el capitalismo y ponga toda la riqueza producida por nuestra clase a servicio de nuestras necesidades.

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