El 14 de mayo se votó en el Pleno de la Convención Constitucional una de las propuestas más importantes que había ingresado a ésta: la propuesta de nacionalizar las empresas de la gran minería del cobre y litio. La propuesta obtuvo 64 votos a favor, 57 en contra y 22 abstenciones. Algunos constituyentes no votaron. Votaron en contra: derecha, Partido Socialista, otros de la ex-Concertación, Frente Amplio y algunos independientes. Otros independientes se abstuvieron. Así, la propuesta no fue aprobada, ya que necesitaba 103 votos.

La propuesta de nacionalización se generó a partir de una Iniciativa Popular de Norma que juntó más de 24 mil firmas en pocas semanas. El Movimiento Internacional de los Trabajadores fue parte de la elaboración de esa propuesta junto a sindicatos como el Sindicato Interempresa de la Minería SIM 18 de Octubre, El Comité por la Defensa y Recuperación del Cobre y otras organizaciones, ex-constituyentes e intelectuales.

Desde su ingreso a la Convención, tal Iniciativa generó revuelo entre los grandes empresarios chilenos e internacionales. Desde el inicio, esos empresarios y sus defensores (periodistas, economistas, partidos, etc.) empezaron a decir que la nacionalización significaría la destrucción del país. En que pese toda la campaña de desinformación y mentiras, la propuesta obtuvo más de un tercio de los votos y generó enorme simpatía popular, ya que la población va ganando cada vez más conciencia de que la principal riqueza del país está siendo saqueada por las transnacionales y algunos empresarios chilenos.

Los ejes de la propuesta presentada

La primera propuesta presentada y votada por la Comisión de Medioambiente de la Convención tenía 7 elementos importantes, que en nuestra opinión deben ser tomados como un punto de partida para seguir con la lucha por la nacionalización del cobre y litio:

1) Nacionalizar las empresas de la gran minería del cobre, litio y oro;

2) Descontar de las indemnizaciones todas las rentas excesivas que las mineras privadas obtuvieron en las últimas décadas;

3) Que las empresas nacionalizadas tengan un plazo de 5 años para fundir y refinar el cobre en Chile;

4) Que esas empresas sean administradas por los trabajadores con participación de las comunidades afectadas por la minería;

5) Que un 10% de la renta sea destinada a las regiones/comunas y provincias donde están ubicados los proyectos mineros;

6) Que un 20% sea destinado a salud, vivienda y educación;

7) Que un 20% sea destinado a un Fondo de desarrollo industrial que permita disminuir la dependencia del país de la exportación de materias primas y reparar los daños causados a la naturaleza;

Todos esos puntos vinieron acompañados de una importante crítica a como Codelco hoy es administrada. Codelco funciona como una empresa capitalista, con gerentes que ganan sueldos millonarios y son elegidos a dedo por los gobiernos de turno, en negociaciones entre los partidos del régimen. El subcontrato reina al interior de la empresa y Codelco es cómplice de la persecución que sufren los obreros que se organizan por parte de las empresas subcontratistas, como el caso de nuestro compañero Edu Gallado, dirigente del subcontrato de Chuquicamata.

Por todo ello, creemos que la clase obrera, la juventud y el movimiento popular deben tomar esa propuesta en sus manos, ya que no habrá futuro para Chile si no recuperamos las principales riquezas que produce la clase trabajadora.

La propuesta final votada por el Pleno no tenía todos esos puntos, solamente planteaba la nacionalización de las empresas mineras, pero aún así, fue rechazada.

Partido Comunista y Confederación de Trabajadores del Cobre, un “apoyo” testimonial

El Partido Comunista, que amenazó “rodear” la Convención Constitucional con movilizaciones, como siempre, quedó en el discurso. En el caso de la nacionalización del cobre, si bien los constituyentes del PC votaron a favor de la propuesta, ese partido no hizo ninguna campaña en su defensa ni movilizó a sus miles de militantes y simpatizantes para presionar a la Convención. Por otro lado, la Confederación de Trabajadores del Cobre, también dirigida por el PC, dio un apoyo formal, pero sin llevar la discusión a la base de los mineros ni tampoco movilizarlos. Eso porque la prioridad del PC está, hace mucho, en los acuerdos con la gran burguesía y los pactos electorales. Hoy son parte de un gobierno burgués que no quiere nacionalizar las mineras, como ejemplo, Boric fue a regalar nuevos proyectos mineros a las transnacionales en su gira por Canadá y EEUU.

Por otro lado, la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) se limitó a mandar saludos de algunos de sus dirigentes a la propuesta, pero tampoco se movió por su aprobación. Así, las principales organizaciones sindicales de la minería quedaron totalmente por fuera de esta lucha, sin informar a los trabajadores, sin organizar asambleas en sus lugares de trabajo y sin movilizarlos.

Desde el MIT y el Sindicato Interempresa de la Minería SIM 18 de Octubre, llevamos la discusión, a través del Boletín La Voz del Minero y otros materiales, a miles de mineros en distintas faenas de Codelco y de la minería privada. La falta de una organización nacional de la minería que tenga peso entre los trabajadores fue decisiva para que la propuesta no fuera aprobada, ya que los mineros, que deberían ser la vanguardia de esa lucha, están totalmente desorganizados debido a los ataques de las patronales y al rol que cumplen los burócratas sindicales.

El gobierno de Boric seguirá regalando el cobre y el litio

Un día antes de la votación de la nacionalización, Boric se reunió con un alto ejecutivo de la mayor minera privada en Chile, La Escondida, que pertenece a BHP Billiton, hecho que nuestra compañera María Rivera denunció en su twitter. Esto no nos sorprende, ya que el Frente Amplio fue uno de los principales opositores a nacionalizar la gran minería o cuestionar el actual modelo de concesiones. El gobierno de Boric ya selló un pacto con el gran empresariado y desde el inicio fue claro, a través de su vocera, Camila Vallejo, del PC, de que no habría nacionalización en su gobierno.

Algunas semanas después, Boric viajó a Canadá, dónde se reunió con grandes empresarios de Isapres, AFPs y mineras. Entre sus reuniones con los empresarios mineros, ofreció 34 proyectos de exploración que hoy están en manos de Codelco a inversionistas extranjeros, caso denunciado en un reportaje del periódico El Dínamo.

Por otro lado, Boric dice que tiene la intención de crear una Empresa Nacional de Litio. Sin embargo, el gobierno no pretende con esa propuesta nacionalizar el litio. Por el contrario, quiere implementar el mismo modelo de explotación del cobre, la asociación entre el gran capital extranjero y una empresa nacional, donde sin dudas el gran capital dominará las nuevas concesiones. Ese modelo profundizará el saqueo del litio, la destrucción de los salares y ecosistemas y no tendrá consecuencias beneficiosas para los trabajadores. En la Convención Constitucional, su partido, junto al PS y la derecha, se negaron rotundamente a tocar los intereses de los magnates actuales del litio, como el ex yerno de Pinochet, Ponce-Lerou.

Recuperar el cobre para detener el saqueo y garantizar nuestros derechos

Como ya hemos insistido en distintas ocasiones, la lucha por el control de la gran minería es una de las luchas más importantes de la clase trabajadora y de los pueblos que viven en Chile. No hay posibilidad de acabar con el “extractivismo” y no hay forma de solucionar los problemas sociales y ambientales sin que el pueblo pueda controlar las empresas que producen la principal riqueza del país. El cobre es un mineral no renovable. En algunas décadas más, las transnacionales se habrán llevado todo y dejarán una tierra completamente desolada, ecosistemas destruidos, pueblos sin agua y un país sin recursos. Recuperar el cobre, el litio y demás bienes minerales es una cuestión básica para que Chile pueda ser reconstruido con otras prioridades.

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