Desde finales de Agosto los pobladores de Quintero y Puchuncaví están luchando contra la contaminación de más de 17 empresas del cordón industrial. Lo que han aguantado los vecinos se acumuló como una olla de presión que estalló. Claro, ¿Qué haría ud si sabe que su familia y seres queridos se están enfermando y/o muriendo a causa de las ansias de acumulación de riquezas de unos pocos, que son avalados por gobiernos y leyes? A diferencia de lo que quiere imponer la prensa empresarial y el gobierno, los habitantes de Quintero-Puchuncaví no son violentistas, solo defienden algo tan básico como su derecho a la salud. Los violentistas son del Gobierno que con francotiradores reprimen la lucha del pueblo de Quintero


 

1. EMPRESARIOS INESCRUPULOSOS: nos enferman hasta matarnos

Como han denunciado los vecinos, la contaminación se debe a las emisiones de las empresas y a su afán de evitar mayores gastos en tecnología limpia, pues mientras más gastos para los empresarios menor es su ganancia. Son por lo bajo 14 compuestos químicos que están contaminando.

El interés del empresariado por tener más ganancia va de la mano con una falta de escrúpulos, lo que se ejemplifica en no invertir lo necesario para controlar las emisiones del Arsénico: la concentración de Arsénico en la zona de sacrificio, en el caso más crítico sobrepasa 23 veces la norma internacional, y según la Organización Mundial de la Salud la exposición prolongada al arsénico, a través del consumo de agua y alimentos contaminados, “puede causar cáncer y lesiones cutáneas, también se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes”. Otros compuestos que contaminan a Quintero son: Ácido Sulfúrico, que produce irritación en los ojos, piel, tráquea, bronquios, garganta y también quemaduras graves; Metilcloroformo, que afecta la capa de ozono, produce mareos, cefalea, y hasta la pérdida de conocimiento en altas cantidades; entre otros.

La falta de escrúpulos también se ejemplifica en que a Oxiquim [empresa instala en la zona] se le culpa de haber realizado mal un procedimiento de trasvasije de estanque, y en el mismo mes decidió no enviar a algún centro de salud a sus trabajadores que tenían síntomas de intoxicación. Por su parte, Enex presentó una falta de autorización sanitaria de una emulsión asfáltica, mientras que GNL realizó mal un manejo de residuos peligrosos en un estanque de riles. En tanto, ENAP está siendo sumariada por mantener residuos peligrosos en un lugar no habilitado.

2. QUINTERO Y PUCHUNCAVÍ ¿CASOS AISLADOS?

El caso de Quintero no es aislado, basta con recordar en el anterior gobierno de Piñera el conflicto de Freirina, o en el Gobierno de Bachelet el conflicto de Chiloé. Hoy por hoy, también se ha venido movilizando Mejillones, recientemente hubo un derrame de hidrocarburos asociado a la planta de Copec. En Rancagua, la mina de El Teniente tiene a mineros enfermándose de silicosis debido a la contaminación.

El empresario Luksic también ha sido responsable de la contaminación, en Antofagasta con el puerto Antofagasta Terminal Internacional (ATI) y su emisión de metales pesados, las concentraciones de Cobre, Zinc y Arsénico en la zona son las más altas a nivel mundial. Este tipo de metales son focos de enfermedades cancerígenas, especialmente el cáncer al pulmón.

3. GOBIERNOS Y LEYES AL SERVICIO DE LOS EMPRESARIOS

El gobierno y diversas instituciones están al servicio de los empresarios y no de los trabajadores. En el caso de OXIQUIM, su directorio es presidido por el abogado Fernando Barros, socio durante 17 años del esposo de la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y también ex abogado personal de Pinochet y asesor tributario de Piñera en su fideicomiso ciego. El ejemplo de OXIQUIM muestra que los personajes de gobierno están relacionados a los empresarios.

Las leyes y las instituciones también lo están. Por ejemplo, la contaminación en Chile es regulada por la ley 19.300 y sus actualizaciones, esta ley regula que antes de aprobar cada proyecto complejo, se debe someter a un EIA (Estudio de Impacto Ambiental), pero en este Estudio, la mayoría de las veces, las Comisiones Evaluadoras están conformadas por personas que tienen relaciones políticas o conflictos de interés con los dueños de las empresas que presentan el proyecto. La “participación ciudadana” prevista formalmente en la ley no tiene ningún peso en las resoluciones finales.

Por otro lado, la misma legislación ha naturalizado que existan Zonas Saturadas y Zonas de Sacrificio. Por lo bajo, hasta el 2016 había 24 zonas saturadas en Chile. Quintero desde el 2015 fue declarada Zona Saturada por Material Particulado (2.5 y 10), sin embargo ya es reconocido a nivel nacional como una Zona de Sacrificio.

Zona Saturada: Donde uno o más compuestos químicos están en el valor de la norma o sobrepasándola.

Zona de Sacrificio: El concepto surgió de la injusticia ambiental que se producía en los barrios donde vivían afroamericanos en EEUU, donde la autoridad concentraba los basurales. En Chile, se ha definido como “territorios de asentamiento humano devastados ambientalmente por el desarrollo industrial”.

Además, la mayoría de los monitoreos de los contaminantes lo hacían las mismas empresas, es decir eran juez y parte. Recién se transfirieron 9 unidades de monitoreo de empresas al Estado, una medida aún insuficiente.

Por eso no es raro ver las medidas insuficientes del gobierno de Piñera, con un Plan de Descontaminación que aún sobrepasa las normas internacionales de los contaminantes. Pero la ex Nueva Mayoría tampoco se queda atrás si se trata de medidas “parche”, pues parte de sus parlamentarios presentarán un proyecto para “castigar” a los responsables de la contaminación con multas, o cárcel si son responsables de muertes, algo absurdo porque la mejor forma de combatir la contaminación no es solo con castigos después de consumado el hecho, sino con una planificación rigurosa de la producción e inversión en alta tecnología para no tener emisiones contaminantes. No está demás decir que el Frente Amplio saludó positivamente esta propuesta de parlamentarios de ex NM, y también sigue en el carro de proponer medidas insuficientes y que crean ilusiones de que las propias instituciones controladas por los empresarios pueden solucionar los problemas.

4. NO ES POSIBLE ACABAR CON LA CONTAMINACIÓN EN EL CAPITALISMO

El problema de la contaminación por el uso o manejo irracional de los materiales no es un hecho aislado de Chile, sino está presente en todas las sociedades capitalistas del mundo. Los empresarios nos dicen que la contaminación es parte del sacrificio que tenemos que aguantar porque si no se produce “no hay empleos”. Pero la verdad es otra, pues en el capitalismo el objetivo de la producción no es para que vivamos bien como humanidad, con lo esencial que necesitamos para estar abastecidos, sino que el objetivo es producir y producir para que el empresario tenga un mejor negocio, el único que “crece” es el empresario. Por eso no hay una planificación de la economía, sino un desorden que generalmente lleva a crisis de sobreproducción.

Desde el MIT apoyamos la lucha y demandas de la comunidad de Quintero y Puchuncaví: la paralización de las faenas de todo el «cordón industrial costero» hasta que se determine cuáles empresas son las responsables de la emisión de contaminantes; que no se expanda más el cordón industrial; perfeccionamiento del Hospital para atender a personas afectadas por la contaminación; entre otros. Estas medidas son importantes y están muy lejos de lo poco que ha prometido Piñera. Sin embargo, no podrán ser llevadas a fondo si siguen rigiendo todas estas leyes, esta institucionalidad y estos gobiernos al servicio de los empresarios. No se podrán llevar a fondo dentro del sistema capitalista donde quien domina es la clase empresarial. Basta con ver que en lugar de paralizar las faenas el Gobierno llamó a no asistir a clases en las escuelas.

5. LA COMUNIDAD Y LA CLASE OBRERA DEBEN LUCHAR EN CONJUNTO PARA TRIUNFAR

Los empresarios no nos pueden dividir como clase trabajadora: los obreros de las industrias y los vecinos de Quintero sufren el mismo mal de la contaminación, los obreros son presionados por el empresariado a producir más, y terminan igual o más intoxicados por los contaminantes. Por eso la lucha contra la contaminación no es de los vecinos contra los obreros de las industrias ni viceversa, sino que es de los obreros y vecinos contra los empresarios. Es más, para facilitar que las faenas sean paralizadas hasta averiguar cuáles contaminan y diseñar una metodología limpia si es posible -o cerrar para siempre si la industria no tiene forma de funcionar sin contaminación-, el rol de los obreros es clave, pues son los llamados a tomarse las fábricas, sacando a los empresarios y estatizándolas bajo control obrero y de la comunidad, ya que el empresariado por sí solo no va a paralizar las faenas pues no le interesa perder su nicho de negocio. Una fábrica estatal con control obrero y de la comunidad sería responsable, pues el objetivo de la producción sería para el bienestar de la humanidad y no el lucro del empresario.

Esta no es una pelea fácil y debe darse en el marco de una gran lucha por otro modelo económico y social donde el lucro no sea el objetivo de toda la producción social. Desarrollaremos más este tema en el texto siguiente.

 

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