Por Maribel Arenas, militante del MIT y estudiante de psicología en la U.Central de Chile.

El miércoles 5 de Marzo se aprobó la paridad de género para elegir a delegadas constituyentes, siendo aprobada por ambas cámaras con votos de la oposición y el oficialismo. Esto se logró solo por la presión de las mujeres en las calles y por la fuerza de la revolución, si no, no hablaríamos de Proceso Constituyente ni de paridad. Sin embargo, el Proceso Constituyente está lleno de trampas y si sigue así nada se podrá cambiar realmente, entonces en ese marco se ubica la paridad votada. En ese marco, vimos como nuevamente diputadas del FA, Nueva Mayoría y mujeres de derecha se sacaban fotos juntas celebrado este “triunfo” en medio de un proceso revolucionario histórico en nuestro país, donde miles de personas siguen día a día en las calles manifestándose en busca de conquistar las demandas exigidas durante años de movilizaciones. No olvidamos que el pasado 22 de enero, gracias al método de aprobación de 2/3 de votos, el Senado rechazó la paridad por falta de quórum y ese mecanismo de ⅔ será también impuesto a la hora de plantear cambios en el Proceso Constituyente. Con esta aprobación el gobierno y sus partidos solo buscan lavarse la cara ad portas de la gran huelga general convocada por el Encuentro de Mujeres. Pues, por un lado, nos muestra una careta democrática, mientras que por otra parte siguen reprimiendo y queriendo sacar a los militares para resguardar la “infraestructura crítica”. Así, cabe preguntarnos entonces si la paridad de género podrá garantizar la equidad para las mujeres del pueblo trabajador. Pues nos parece que no, no es suficiente, ya que es una paridad bajo las reglas de elección mediante sistema binominal que favorece a los mismos ricos de siempre y a sus partidos tradicionales, de hecho ni siquiera se aplica si se trata de candidatos/as independientes que no vayan dentro de listas. Por eso el proceso debe ser sin sistema binominal, mediante elecciones libres.

Pero más allá de eso hoy debemos seguir luchando por la barbarie a la que diario sufrimos que llega a una pandemia mundial de femicidios. Como mujeres conocemos la explotación, el abuso y la discriminación salvaje, desde la infancia hasta la vejez. De hecho, este proceso revolucionario responde a la crisis cada vez más profunda del sistema capitalista. Esto es reconocido por la lucha de las mujeres, las disidencias y pueblos originarios que se levantan contra el capitalismo. Hoy sabemos que la lucha contra el machismo es parte de un conjunto de luchas que estamos dando contra este sistema, donde se evidencia en las diferencias de pensiones en las AFP, en la diferencia salarial, en la discriminación en nuestros puestos de trabajo y en la violencia machista que deja los crímenes en la impunidad. Las mujeres trabajadoras a fin de cuentas sufrimos a diario una opresión combinada con la explotación. La pelea por el fin a la violencia a las mujeres y por la emancipación de todos los sectores oprimidos debe ser cotidianamente tomada por el conjunto de la clase trabajadora y popular que se encuentra luchando a diario por conseguir una mejor vida. Pues el capitalismo utiliza las diferentes tipos de opresiones para dividir a la clase, por eso es necesario combatir el machismo para unir a nuestra clase en contra de nuestros verdaderos enemigos, los de arriba, quienes por décadas han profundizado un modelo oprime en primer lugar a las mujeres pobladoras, trabajadoras, estudiantes, disidencias y luego a nuestros pares trabajadores. Un modelo en el cual un puñado de familias ricas saquean nuestros recursos naturales totalmente impunes mientras a nosotras se nos reprime, nos encarcela, tratándonos de locas y exageradas, explotándonos toda una vida. El Proceso constituyente debe partir con justicia a las mujeres: Fuera Piñera. El 26 de abril se realizará el proceso constituyente que el gobierno, presionado por la revolución, tuvo que impulsar. Debemos ir a votar y luchar por el apruebo, sin embargo, no debemos engañarnos en que bajo sus instituciones podremos lograr cambios. Una de las principales trampas es que este Proceso lo convoca el Gobierno responsable de que existan presos y presas por luchar, responsable de las violaciones a los DDHH, y dentro de ello violaciones y abusos sexuales contra mujeres, como el brutal caso de la Mimo. Por eso, las primeras tareas a exigir a este Proceso constituyente es que se destituya a Piñera y vaya a la cárcel, además de liberar a todas y todos los presos por luchar. Por otra parte, el sistema binominal es muy difícil para los independientes postularse como candidatos, ya que por ejemplo en el distrito 8 de Maipú habría que juntar ¡1.700 firmas! Lo que para las y los trabajadores es difícil de conseguir versus los partidos tradicionales, que poseen financiamiento empresarial para conseguir firmas y tener listas para sus campañas. Así, la paridad que se votó, les sirve a las mujeres de los partidos políticos tradicionales de siempre, partidos que no han estado presente en las calles y se sientan a pactar acuerdos de paz a espaldas del pueblo. ¿De qué nos sirve a las trabajadoras, pobladoras, pueblos originarios y estudiantes secundarios (los cuales ni siquiera podrán participar siendo que han sido una gran vanguardia desde antes incluso del estallido social) la paridad de género? Si con el binominal nos excluyen a todos los que hemos participado en la calle, asambleas territoriales y puestos de trabajo. ¿De qué nos sirve entonces que hayan mujeres que dan la espalda a las trabajadoras? A nosotras no nos sirve, si bien el género nos puede unificar, lo más fuerte es la clase que nos separa bajo la explotación. Proponemos un sistema de elecciones libres que no sea mediante listas, sino que sea abierto y con cargos revocables cuando se estime. Queremos una asamblea constituyente libre y soberana, eso quiere decir que no deben quedar amarrados los TLC como lo están haciendo en este proceso constituyente. Los tratados de libre comercio afectan al conjunto de la clase trabajadora, a través de un saqueo a nuestras riquezas. Y desechar de plano la trampa de los 2/3 necesarios para aprobar algún articulo, estos deben ser aprobados por mayoría simple, sin trampas de por medio. Recuadro explicativo. ¿Cómo funciona la paridad? Este proceso constitucional se basa en el sistema electoral actual, en donde 155 escaños estarían disponibles si se aprueba la convención constitucional. Funciona mediante listas donde generalmente en cada distrito hay de 3 a 8 escaños. En la papeleta cada lista debe estar encabezada por una mujer y luego va a seguir un hombre. Después, cuando salgan los resultados de las votaciones va a ver una corrección en los distritos donde tengan números pares de hombres y mujeres. A modo de ejemplo si existen 8 escaños, los electos tienen que ser 4 hombres y 4 mujeres. Aunque por ejemplo si hay hombres que tuvieron más votos que las otras mujeres, los dos últimos hombres con menos votos de esos 6, se van del proceso y siguen las mujeres con mayor voto de su misma lista o partido político. Esa corrección garantiza que sea mitad y mitad, que pueden ser DC, PS o las mismas mujeres de la derecha. Ahora si es un número impar, se garantiza que allá si o si una mujer. Para 5 escaños máximo 3 cupos para el mismo género así se garantiza que al menos hallan 2 mujeres; y para 7 escaños, máximo 4 cupos para el mismo género, así se garantizan que por lo menos haya 3 mujeres. Muy paritario, pero para las de arriba y los mismos de siempre. Por eso hacemos un llamado a participar de este plebiscito para aprobar una nueva Constitución, pero continuar movilizados y fortaleciendo nuestras organizaciones territoriales y de trabajadores para profundizar la revolución y expropiar la riqueza que nos pertenece, teniendo claro que nuestras demandas no se conseguirán solo con un proceso constituyente, pues no representa las luchas que hemos dado por años las mujeres.

¡Llamamos a participar a la huelga general del 8 y 9 de marzo, a no dejar las calles, a seguir profundizando la lucha en las calles pues la única forma de conquistar nuestras demandas es con la toma del poder de las y los trabajadores!.

¡Apruebo: Fuera Piñera, Fin al machismo y Nueva Constitución!

¡Libertad a los presos por luchar!

¡Ninguna confianza en la paridad de las ricas. Asamblea Constituyente libre y soberana con sistema de elección libre y revocable. Sin tratados de libre comercio, sin los 2/3 y sin Piñera!

¡Chile debe ser la tumba del machismo y del capitalismo!

¡Por un gobierno obrero y popular!

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