La reciente declaración de nulidad de la elección efectuada por la Cut el año 2017, por parte del Tribunal Electoral, pone a la luz pública nuevamente el rol de la Burocracia Sindical por perpetuarse en el poder mediante fraude electoral de forma reiterada y sin escrúpulos.

La realidad de los sindicatos

Las y los trabajadores a medida que históricamente nos fuimos desarrollando como clase, intentamos de encontrar distintas formas de organizarnos para defender nuestros derechos frente a los patrones, así es como en Chile comenzaron a surgir las mutuales y otras entidades. Hoy los sindicatos deberían ser una herramienta para organizarnos y defender nuestros derechos, sin embargo hay un estado de descomposición de la práctica sindical que a muchos trabajadores honestos impone desconfianza y los aleja. Esta descomposición es la consecuencia de una política que han tenido los partidos empresariales y tradicionales para invalidar a los sindicatos como herramientas de luchas, para hacerlos pasar a ser un aparato de dirigentes sindicales inescrupulosos. Por ejemplo, para anularlos como herramientas de lucha, los empresarios no puede invitar abiertamente a los sindicatos obreros a apoyar a los partidos empresariales, por eso los invita a no sostener ningún partido, sin exceptuar al partido revolucionario, en el marco, la “neutralidad” o del “apoliticismo” de los sindicatos. Para que los empresarios puedan continuar dominando y oprimiendo a los obreros, no necesita sólo del sacerdote, del policía, del general, sino también del burócrata sindical, el “líder obrero” que predica a los sindicatos obreros la neutralidad y la indiferencia ante la lucha política.

Es así que los sindicatos muchas veces se vuelven cáscaras vacías, con directivas que no acostumbran a poner en asambleas temas de importancia para los trabajadores, como la reforma laboral o de las pensiones, pues esos son temas “políticos que se ven en el Congreso”, como si los trabajadores no tuviéramos opinión con respecto a nuestros derechos laborales o nuestras pensiones. Así los trabajadores se alejan y queda espacio libre para que los dirigentes sindicales, muchas veces militantes de partidos políticos empresariales (desde la UDI hasta el Partido socialista o comunista) hagan y deshagan.

Es así que incluso los métodos de elección de las directivas hoy son pauteadas por instituciones estatales-empresariales, como la Dirección del Trabajo o Tribunal Electoral, instituciones que supuestamente son “imparciales” pero que sabemos que -como la dirección del trabajo- a la hora de los qué hubo terminan respaldando a las empresas, pues las leyes están hechas a sus medidas.

Funcionamiento electoral de la CUT: nula democracia obrera para mantener el estatus quo

En ese contexto, el método histórico de elecciones de directiva de la CUT es bastante antidemocrático, está al servicio de mantener ese estatus quo. El funcionamiento de voto ponderado, donde los padrones electorales no siempre son los reales, las cuotas sindicales son pagadas a última hora con tal de tener peso en las votaciones -y a veces pagadas con dineros de los mismos partidos para tener peso en la votación-, y no hay una real fiscalización del proceso por parte de las bases de los trabajadores.

El caso más escandaloso del último tiempo con respecto a ésto, fueron las votaciones del 2016, donde alteraron el padrón de votantes de la Confederación Nacional Sindical Campesina, del Agro y de Pueblos Originarios, más conocida como Confederación Ranquil, el tesorero era José Figueroa Jorquera, padre de Bárbara Figueroa y candidato a consejero nacional junto con ella, de acuerdo al padrón electoral de las elecciones CUT 2016, la organización está conformada por 31 sindicatos que suman 24.846 socios, sin embargo, de acuerdo al registro del SIRELA de la Dirección del Trabajo, los socios afiliados a la Confederación Ranquil son 6.773. Es por eso que varios dirigentes sindicales denunciaron invalidez y fraude en esa elección, cosa que la misma Bárbara Figueroa en su momento reconoció, sin embargo quien tomó el veredicto final no fue una organización transversal de los trabajadores de la CUT, sino el Tribunal Electoral que mandató a realizar las votaciones nuevamente en Mayo del 2017. Desde un inicio varios dirigentes sindicales, entre ellos de la CONFUSAM, acusaron que incluso las elecciones del 2017 seguían siendo irregulares y fraudulentas, y ahora, en Mayo del 2019, recién sale un veredicto, también del Tribunal Electoral, invalidando la elección del 2017 y llamando a que se convoquen nuevas elecciones.

Contra la nula democracia de la directiva de la CUT: Fuera Bárbara Figueroa y los corruptos de la directiva. Organicémonos por un sindicalismo democrático y clasista.

Hoy la CUT, agrupa a muchos trabajadores de base, que nada tenemos que ver con las deformaciones del aparato burocrático directivo. Hoy las y los trabajadores necesitamos una central y sindicatos que luchen realmente por defender nuestros derechos, frente a los ataques empresariales como son la Reforma laboral o de pensiones. Estas medidas y ataques no solo vienen de “la derecha” como la cúpula de la CUT y sus partidos nos hacen creer, sino también han venido de los partidos de la ex Nueva Mayoría. Bárbara Figueroa, presidenta de la Central y militante del partido comunista celebró la reforma laboral de Bachelet que solo significó la pérdida de un derecho central para nuestras luchas, como es el derecho a huelga.

El objetivo de estos dirigentes ha sido siempre respaldar proyectos de ley que no benefician a los trabajadores y que por el contrario los perjudican.

Por eso creemos que no debemos confiar en estos dirigentes, la tarea inmediata es sacarlos y cambiar totalmente la concepción con la que trabajan los sindicatos.

Por un sindicalismo democrático y de lucha, sin intervención de los empresarios y sus instituciones.

Hoy la mayoría de los sindicatos son vistos como organizaciones asistencialistas, es decir que pueden ayudar con uno u otro beneficio a los trabajadores, esto es importante. Pero sabemos que esos beneficios dentro de este sistema pueden ser arrebatados en cualquier momento,, entonces lo más importante de los sindicatos es que son organizaciones de lucha contra la explotación capitalista que es el sistema que nos mantiene en una permanente precarización laboral.

Es importante que seamos las y los trabajadores desde la base quienes a través de asambleas mantengamos el control de nuestras organizaciones, se trata de tener una dinámica de participación y democracia continua, para que todos se vayan desarrollando, y así los dirigentes no suplanten el rol de las bases, sino que sean un punto de apoyo en esta organización, y representen fielmente lo que votan sus asambleas. Muchos trabajadores sabían hace rato que la elección del 2017 también fue fraudulenta, si estuviésemos bien organizados bastaba con nuestro peso para sacar a la cúpula de la CUT, sin embargo quien viene a poner el veredicto final 2 años después del hecho, son instituciones empresariales como la Dirección del Trabajo o el Tribunal Electoral, nosotros creemos que los propios trabajadores debemos poner el veredicto sobre cómo organizarnos, no las instituciones empresariales.

Debemos luchar y organizarnos por sindicatos democráticos, que tengan cargos revocables, que sean independientes de empresarios y sus gobiernos de turno y que organicen a los trabajadores para exigir sus derechos. Esos sindicatos pueden estar dentro o fuera de la CUT, lo importante es ir forjando un camino por un nuevo tipo de sindicalismo que el día de mañana siente las bases para una Central nacional que supere a la CUT.

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